SANTIAGO
DE CUBA.— La Fiesta del Fuego 2013, al comenzar a marcar su tiempo
en horas de la tarde de ayer en el teatro Heredia, expresó desde el
hecho artístico una realidad incuestionable: entre los pueblos del
Caribe son mucho más las semejanzas que las diferencias.
Lo confirmó la abrumadora muestra de calidez con que los
participantes de más de una veintena de países y centenares de
santiagueros acogieron el ortogamiento del Premio Internacional Casa
del Caribe por la obra de la vida a Sonia Bazanta, la más reconocida
cantora popular colombiana conocida como Totó la Momposina.
También esos entrañables vasos comunicantes se pusieron de
manifiesto en el diálogo entre las canciones y los montunos cubanos
que evocaron los aportes de Celina González, Polo Montañez y César
Portillo de la Luz y los ritmos afrocolombianos interpretados por
jóvenes de esa nación, estudiantes en Cuba.
En la velada, presenciada por Lázaro Expósito, primer secretario
del Partido en Santiago y donde se rindió además homenaje al
fundador de estos eventos, Joel James Figarola, se dio a conocer un
mensaje de Alfonso Munera, secretario general de la Asociación de
Estados del Caribe, quien valoró las virtudes de un festival que
hermana comunidades.
El embajador de Colombia, Gustavo Adolfo Bell, habló desde la
memoria personal de sus días de escuchar desde la costa Caribe,
región a la que se dedica este año la Fiesta, las transmisiones de
las aventuras de Los Tres Villalobos, la música de Beny Moré y los
éxitos de la Sonora Matancera, y resaltó los lazos históricos entre
la Colombia caribeña y Santiago de Cuba.
Por su parte, Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe,
subrayó la voluntad de las autoridades del territorio y su
movimiento artístico e intelectual por realizar la Fiesta a menos de
un año del devastador impacto del huracán Sandy.
En tal sentido dijo que esta era una fiesta de la solidaridad,
que será recordada como la primera acción cultural a escala masiva
del programa conmemorativo del aniversario 60 de los Asaltos a los
cuarteles Guillermón Moncada y Carlos M. de Céspedes.