PINAR DEL RÍO.— Con el propósito de rescatar la producción de
malanga, uno de los cultivos representativos del Valle de Viñales,
especialistas de la agricultura, de conjunto con la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), llevan a cabo un programa
encaminado a revertir el decrecimiento registrado en la última
década.
Diosbel Fernández, director de cultivos varios en el municipio,
explica que en ese tiempo la caída de los rendimientos ha sido
significativa. "De 14 toneladas que llegaron a promediarse por cada
hectárea, hoy apenas se logran seis".
Como consecuencia de una reducción tan marcada, las plantaciones
también han disminuido. De alrededor de 500 hectáreas (ha) anuales,
las siembras han descendido a unas 300. En el 2013, por ejemplo,
serán 320 ha.
Según el funcionario, tal deterioro se inició hace
aproximadamente diez años, y estaría originado por la incidencia de
un ácaro que ha estado azotando significativamente al cultivo.
"Ante esta situación, hoy se trabaja en la capacitación de los
productores en dos temas fundamentales: la selección de la semilla y
el cumplimiento de la estrategia fitosanitaria", comenta Leduar
Serra, director de sanidad vegetal en la delegación municipal de la
Agricultura.
"Ello implica escoger semillas nuevas, que no provengan de campos
afectados, y someterlas a un tratamiento de desinfección, mediante
una solución a base de azufre. Unido a ello, también se debe
desinfectar el surco", precisó el especialista.
En tal sentido, aseveró que el propósito es llegar a cada uno de
los cientos de campesinos vinculados al cultivo, y afirmó que
existen en el territorio los insumos necesarios para llevar adelante
el programa.
Viñales ostenta la condición de Patrimonio Natural de la
Humanidad, una categoría otorgada por la UNESCO teniendo en cuenta
no solo sus bellezas naturales, sino el esfuerzo del hombre por
convivir en armonía con el medio ambiente, manteniendo prácticas que
con el tiempo han devenido tradición, como la agricultura.