La
empresa cuenta con modernas cámaras termográficas, que detectan
calentamientos en líneas y circuitos, las cuales ofrecen la
posibilidad de vaticinar futuros cortos circuitos y poder
prevenirlos.
A punto de cerrar el primer semestre de 2013, el Programa de
Rehabilitación de Redes Eléctricas, de la Empresa Eléctrica de La
Habana (EELH), exhibe sobrecumplimientos en lo planificado para el
año.
El proyecto de recuperación contempla la paulatina restitución de
postes primarios y secundarios, así como de redes, subestaciones y
líneas aéreas y soterradas, a fin de brindar un servicio energético
estable y de calidad a la población.
Pedro Felipe de las Casas, director de Operaciones de la entidad,
dijo a la AIN que en las faenas de sustitución de postes primarios y
secundarios en mal estado, los avances significaron 261 unidades más
de las planificadas.
En cuanto al cambio de conductores primarios, se llegó a 50
kilómetros de líneas por encima de las proyectadas para los seis
meses iniciales del año.
De las Casas detalló que tal tarea se ejecuta con cables del
calibre requerido y especialmente revestidos, para evitar roces con
el arbolado, principal causa de las interrupciones eléctricas, junto
con los falsos contactos.
Entre otros logros, destacó la cifra de 10 mil 800 podas de
árboles más allá del plan, labor emprendida en conjunto con brigadas
de Áreas Verdes.
Abundó que la empresa está dotada con modernas cámaras
termográficas -capaces de detectar calentamientos en líneas y
circuitos-, las cuales ofrecen la posibilidad de vaticinar futuros
cortos circuitos y poder prevenirlos.
José Antonio García, director de Inversiones de la EELH,
puntualizó que los insumos para continuar con el programa de
rehabilitación en la ciudad están garantizados, con el fin de
continuar disminuyendo afectaciones, pérdidas e interrupciones
eléctricas, y elevar la calidad del servicio.
Yoanka Ribalta, directora del departamento de Uso Racional de
Energía (URE), resaltó que las faenas para suplir los elementos
dañados requieren interrumpir brevemente el servicio, molestia
necesaria que redundará en mayor calidad y durabilidad de las
acciones que se acometen.
Desde el municipio de Diez de Octubre, uno de los territorios
tradicionalmente más aquejados por afectaciones, Irma Muñiz y Digna
Ahmed, vecinas del reparto Sevillano, confiesan que desde hace más
de dos años es palpable la ausencia de "molestos apagones".
Auxilia Ordóñez, residente del municipio de El Cerro, como
Marlene Ibarra, de El Vedado, reconocieron que desde hace tiempo no
tienen que desconectar sus refrigeradores ante "aquellos bajones de
voltaje".