WASHINGTON.— La desigualdad en Estados Unidos ha llegado a un
punto donde la brecha de ingresos amenaza a la economía, lo que
podría desembocar en una nueva Gran Depresión.
Después de la Segunda Guerra Mundial hasta el final de la década
de los setenta, los ingresos de todas las categorías de la población
crecieron de manera uniforme, explican expertos del sitio web ruso
Finmarket.ru, sobre la base de un discurso del jefe del Consejo de
Asesores Económicos del presidente de Estados Unidos, Alan Krueger,
titulado El crecimiento y consecuencias de la desigualdad en EE.UU.
La mitad de los hogares ganan más que el ingreso medio en el
país, mientras que la otra mitad no está a la altura de ella. Un 1 %
de las familias más ricas ha aumentado sus ingresos reales en un 278
% en los últimos 30 años. Paralelamente, los presupuestos de los
hogares de clase media crecieron menos de un 40 %.
Todo ello coloca a la economía de EE.UU. en una situación muy
peligrosa, y la última vez la brecha de esta índole se transformó en
la Gran Depresión.
A fin de ilustrar la relación entre la concentración de la
riqueza en una generación y la capacidad de las generaciones futuras
para ascender en la escala económica, Alan Krueger introdujo el
término especial "curva del Gran Gatsby", que demuestra que los
ingresos de los padres determinan completamente los ingresos futuros
de sus hijos. Ahora en EE.UU. la correlación entre los padres y sus
hijos es aproximadamente del 0,50 y las probabilidades de que una
persona nacida en una familia con bajos ingresos vaya a ganar igual
que los ricos son muy ilusorias.