Para corroborarlo basta contemplar las primeras 300 canaletas de 
			60 metros de largo cada una, selladas de flores amarillas sobre el 
			verdor de las matas de pepino, e imaginar el paisaje una vez en 
			producción las 2 420, que además de ese cultivo serán dedicadas en 
			los próximos días a tomate, berenjena, habichuelas y ají de 
			ensalada.
			"Esa es la tarea que en el aniversario 60 del Asalto al Moncada 
			nos han confiado el Partido y el gobierno en la provincia, porque 
			realmente era doloroso ver el estado que presentaba esta 
			instalación, inaugurada por Fidel en 1984", señala Agustín Lambert 
			Medina, director de la unidad perteneciente a la Empresa 
			Agropecuaria El Caney.
			Dado las limitaciones financieras del llamado periodo especial, 
			el alto costo de los nutrientes, los sistemas de riego por 
			subirrigación y otros productos importados, el hidropónico se hizo 
			insostenible, la producción se redujo sensiblemente, disminuyó la 
			fuerza de trabajo, y pronto la maleza se adueñó de gran parte de las 
			áreas.
			"La recuperación no ha sido fácil, porque el marabú tapaba la 
			gente –confiesa Lambert Medina—, pero nos ayudaron mucho los 
			combatientes de la Región Militar, las empresas de la agricultura y 
			los estudiantes, sacando los troncos de raíces, desyerbando los 
			pasillos y reparando o sustituyendo las canaletas rotas".
			De la antigua instalación se aprovechó el 80 % de las canaletas, 
			yugos, percheros e hilos tomateros, así como las 14 cisternas, 
			aunque solo se utilizarán seis, pues emplean un moderno sistema de 
			riego autocompensado por goteo, que permite ahorrar un 30 % del agua 
			demandada anteriormente.
			Completada la limpieza y reparación de las 22 unidades, todos los 
			canteros fueron habilitados con la grava requerida para el drenaje y 
			rellenados con tierra vegetal, para lo cual fue necesario acarrear 
			12 mil metros cúbicos. Igualmente cuentan con la materia orgánica, 
			nutrientes y semillas de producción nacional.
			Comparada con el antiguo hidropónico, la nueva instalación 
			resulta más económica y productivamente superior, sus 250 plazas 
			constituyen una importante fuente de empleo, incluyendo personal de 
			alta calificación, y distante apenas tres kilómetros de Santiago de 
			Cuba asegura alimentos frescos a su población.
			Según Lambert, las tres unidades de pepino florecidas llevan 28 
			días de sembradas y dentro de otros 15 estarán en producción, ya fue 
			montado el semillero para plantar seis unidades de tomate, y luego 
			serán sembradas otras tres de pepino, dos de berenjena, igual número 
			de ají y una de habichuela, hasta concretar las 22, antes del 26 de 
			julio.
			Debido a esto el operador de motobomba Arturo Barroso Caballero 
			permanece más tiempo plantando en las canaletas que en el equipo, 
			mientras que Beatriz Ávila Guerrero afirma desde sus cinco canteros 
			y medio que el rigor del trabajo se compensa con el renacer de un 
			lugar al cual ha dedicado 21 años de trabajo.
			Charles Abad Terrero, director de la empresa agropecuaria El 
			Caney, asegura que el organopónico llegó para estar mejor cada día, 
			pues una vez en plena producción se elevarán las condiciones de 
			labor en general, así como los ingresos del personal ajustado a los 
			resultados productivos finales.
			En consecuencia, próximamente serán construidos los pozos que 
			permitirán independizar la unidad de la red hidráulica, será creado 
			un centro de beneficio de hortalizas, y comenzará el montaje de una 
			miniindustria destinada a producir puré de tomate y encurtido de 
			pepino y ají.