MANAGUA,
2 de junio.— Nicaragua y Venezuela fomentan una alianza de vocación
humanista, que define a América Latina y el Caribe como referente
mundial de integración para el desarrollo económico sin exclusión
social, desde esa perspectiva dialogan ambos gobiernos.
Anoche llegó a este país centroamericano el mandatario
venezolano, Nicolás Maduro, y junto a su par nicaragüense, Daniel
Ortega, legitimaron la decisión de impulsar lo que definieron como
"alianza humana y social para la felicidad de los pueblos".
Con esos términos Maduro sintetizó la esencia de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que busca la
prosperidad económica "no para la acumulación del capital
trasnacional, sino para el bienestar social de los pueblos".
ALBA significa salud, educación, derecho a la alimentación, a la
vida y a un techo decente para millones de seres humanos en esta
región del planeta, recordó el estadista suramericano.
Representa "seguir batallando por la libertad, la justicia y la
soberanía" y sobre todo por la unidad, consideró Ortega, al dar la
bienvenida a la comitiva venezolana.
Son los hijos de Bolívar y Hugo Chávez, que vienen aquí a
ratificar el compromiso regional y "en particular de los pueblos que
nos incorporamos a ese proyecto histórico fruto del genio de Fidel
Castro y Chávez: el ALBA y el acuerdo energético de Petrocaribe",
dijo el líder sandinista.
Cuando maniobras de todo tipo tratan de desestabilizar la
revolución bolivariana en Venezuela, Maduro sustentó que no solo
afianzarán el ALBA, también Petrocaribe, cuya iniciativa de zona
económica será puesta en marcha a fines del mes entrante.
Managua acogerá el 29 de junio la VIII Cumbre de Jefes de Estado
y de Gobierno de Petrocaribe, para poner en funcionamiento ese nuevo
espacio económico, con la participación de 18 países.
Integran esa alianza en materia petrolera Antigua y Barbuda,
Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití,
Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y
Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y
Venezuela.
A juicio de Maduro, será un importante paso "que tiene la marca
amorosa del presidente Hugo Chávez, quien asumió la política como
redención de los pueblos, como verdad, como pureza, como realización
de las bandera de los libertadores".
Hemos roto con los esquemas del liberalismo, "desde el ALBA hemos
construido una alternativa, una alianza para la felicidad, la paz y
la democracia verdadera", subrayó el político.
En el plano bilateral, el dignatario sustentó que ampliarán el
intercambio comercial, energético, financiero, social, productivo y
cultural con Nicaragua.
Maduro y Ortega ofrecieron un rotundo desmentido a quienes "por
malsanos propósitos o ingenuidad", propagan la idea de que ALBA y
Petrocaribe tendrían vida limitada tras el deceso de Chávez, cuyo
liderazgo resultó clave para la construcción de ambos proyectos.