Digamos que los dos equipos padecieron de lo mismo. La falta de
estabilidad en el rendimiento es un síntoma clásico de los inicios
de temporada, más, cuando los cubanos no han tenido un contrario net
por medio desde julio del año pasado. Sin embargo, Argentina falló
menos y ganó 3-2 el segundo partido de voli en la sala Almirante
Brown, de Buenos Aires.
Los sets de 25-23, 15-25, 24-26, 25-19 y 15-10 denotan rivalidad,
pero también inestabilidad.
Los dos elencos acusaron altas y bajas con sus regulares, para
después abrirles paso a sus reservas. Si Cuba empleó a 11 de sus 12
hombres en el primer juego perdido 1-3, en el segundo sacó a una
decena, con el receptor punta Lázaro Fundora al pie del cañón para
anotar 21 puntos y, nuevamente, el recién estrenado opuesto Yordan
Bisset en plano estelar, al marcar 17.