
Están apareciendo en nuestras calles zapatos viejos amarrados por
cordones, colgando del tendido eléctrico y telefónico, lo cual no
solo afecta dicho cableado y los servicios a la población, sino,
además, la estética y belleza de nuestro entorno.
¿Hay que tolerar pasivamente cosas como estas, que para hacerlas
hay que lanzar esos calzados en plena vía y puede poner en peligro a
nuestras viviendas, a las personas? Esa indisciplina social, nos
afecta a todos.