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Renace el Hospital Oncológico de Santiago de Cuba
Eduardo Palomares
Calderón
Enclavado en el escenario de los acontecimientos acaecidos el 26
de julio de 1953, en Santiago de Cuba, el Hospital Oncológico
Conrado Benítez García culmina un proceso de rehabilitación que le
permitirá recibir el aniversario 60 de la gesta moncadista con las
mejores condiciones exhibidas en sus 59 años de creado.
Responsabilizada con la atención a la población santiaguera, de
Guantánamo y Granma, la instalación necesitaba resolver los daños
ocasionados por el huracán Sandy, y el deterioro provocado por el
insuficiente mantenimiento, pues en los últimos años apenas habían
sido reparados el cuerpo de guardia, la sala de observación, cirugía
y quimioterapia.

Con su nueva marquetería, pintura general y una jardinería más
bonita, el oncológico santiaguero ha quedado como nuevo.
"Debido a ello —precisa el doctor Jorge Alberto Miranda Quintana,
director provincial de Salud—, se priorizaron las condiciones de
trabajo de este colectivo y el confort de los pacientes ingresados y
en consulta externa, mientras que fue realzada la imagen del
edificio a tono con su entorno monumental".
Encargados a la Empresa de Restauración y Conservación de
Monumentos y la Fábrica de Equipos Médicos Retomed, en la fachada
principal fue sustituida la carpintería de aluminio y cristal, se
eliminaron las grietas y desconches de paredes, concluyó la pintura
en general y se retoca el nuevo diseño de áreas verdes.
Según la arquitecta Lina Magdariaga, especialista de la Oficina
del Conservador de la Ciudad, en los trabajos se tuvo en cuenta la
memoria gráfica del inmueble, sus colores requirieron un minucioso
estudio, y los cambios más notables obedecen a los nuevos accesos
con barandas de seguridad y a una jardinería más bonita.
Completan ese frente hacia el antiguo cuartel Moncada la
colocación de lámparas monumentarias, mientras que otras áreas
exteriores requirieron la impermeabilización de partes de la
cubierta cuya manta fue arrancada por el ciclón, la sustitución de
los bloques de celosía afectados y la reparación del cercado
perimetral.
MUCHO MÁS FUNCIONAL
Ante la imposibilidad de ampliar las áreas históricamente
ocupadas, la introducción de nuevos servicios, tratamientos y
tecnologías solo ha podido asimilarse gracias a la entrega del
personal que, con 148 camas, atiende anualmente decenas de miles de
pacientes en consulta externa, quimioterapia, radioterapia y
exámenes de laboratorio.
Radioterapia
y las restantes áreas también fueron rehabilitadas.
"Todo eso se ha tenido en cuenta —señala el doctor Rafael Neyra
Barros, vicedirector de aseguramiento médico—, para que las acciones
de mantenimiento redunden en un mejor funcionamiento del centro y
perfeccionen nuestra cooperación en los ensayos de vacunas y
tecnologías para el cáncer, desarrollados por el polo científico de
La Habana.
"Baste señalar —destaca—, que con el moderno equipamiento
instalado en el cubículo de cuidados especiales, por primera vez en
la historia del hospital se logra contar con los medios
fundamentales y el personal especializado, para la atención a
pacientes con cirugía de envergadura o que presenten
complicaciones".
También, todos los locales han sido sometidos a trabajos de
albañilería, carpintería y pintura, la sustitución de luminarias, el
mantenimiento de los equipos de climatización existentes, la
instalación de aires acondicionados en las cinco consultas externas,
y la sustitución de las puertas deterioradas.
Dirigidas a elevar el confort, las restantes labores incluyeron
la rehabilitación de camas, sillas y mesas de los pacientes
ingresados, la instalación de 16 televisores, cajas para agua fría y
el sistema de agua caliente a través de paneles solares, así como el
montaje de nuevos medios hidrosanitarios en los baños.
Dotado
de un moderno equipamiento, el cubículo de cuidados especiales posee
ahora todas las condiciones necesarias.
Con esas transformaciones y su nueva imagen, podría decirse que
la región suroriental del país cuenta con un nuevo hospital
oncológico, pero aún se necesitan más áreas.
"Realmente es así —argumenta el doctor Miranda Quintana—, de ahí
que ya se proyecte sumarle el edificio aledaño ocupado por el
policlínico Julián Grimau y la clínica estomatológica José Luis
Tasende".
El proyecto del oncológico beneficiaría a los habitantes de
Santiago de Cuba, Guantánamo, Granma y otras provincias, que suelen
acudir a un hospital distinguido con las condiciones de Unidad
Modelo, del Pueblo y Para el Pueblo, y Colectivo Moral, avaladas por
la calidad de sus servicios y el nivel de satisfacción de pacientes
y familiares. |