WASHINGTON.— El presidente Barack Obama reaccionó ante un escándalo de asaltos sexuales dentro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con la advertencia de que habrá consecuencias.

No vamos a tolerar esto y habrá consecuencias, señaló el mandatario en una conferencia de prensa conjunta con su homóloga de Corea del Sur, Park Geun-hye, tras reunirse con ella en la Casa Blanca.

Obama apuntó además que las personas que cometen este tipo de faltas deben ser procesadas.

La reacción del mandatario ocurrió tras conocerse un informe del Pentágono de que el pasado año se cometieron 26 mil delitos sexuales en las Fuerzas Armadas, un incremento de 37 por ciento en relación con períodos anteriores.

El Departamento de Defensa reportó que la cifra incluye los casos reportados y aquellos que no fueron informados por las víctimas por temor a represalias, y supera los 19 mil que se calculan en 2010, sobre la base de datos obtenidos en encuestas anónimas, las cuales no se realizaron en 2011.

Por otra parte, el número de agresiones sexuales denunciadas creció a más de tres mil 374 en 2012, de unos tres mil 192 en 2011, y constituye la cifra más alta desde que esa agencia federal comenzó a enviar informes anuales al Congreso sobre el tema en 2004.

La información divulgada este martes tiene como antecedente el arresto ayer en Arlington, Virginia, del oficial de las Fuerzas Aéreas encargado de dirigir la Unidad de Respuesta y Prevención de Agresiones Sexuales en el cuerpo militar, el teniente coronel Jeffrey Krusinski, por intentar esa práctica.