Washington.
— Más de dos millones de personas quedaron sin oportunidad de empleo
en los 46 meses que ha durado la llamada Gran Recesión en Estados
Unidos, subrayó hoy un estudio del Instituto Brookings.
Administraciones locales y federales bajo el mandato del
presidente Barack Obama han cortado unos 500 mil puestos laborales,
mientras el gobierno central de Washington dejó de contratar a casi
un millón 700 mil trabajadores, señala la fuente.
Según la investigación patrocinada por los economistas Michael
Greenstone y Adam Looney, el ejecutivo demócrata justifica este
escenario con los preceptos de austeridad dictados desde la Casa
Blanca para intentar balancear al presupuesto nacional.
Considerando el tamaño de la fuerza laboral en Estados Unidos
-unos 156 millones de individuos-, un adicional de 2,2 millones de
empleos significarían que la tasa del paro estaría en 6,1 y no en el
7,5 por ciento actual.
Tal cifra estaría incluso por debajo del parámetro establecido
como meta por la Reserva Federal, que es de 6,5 por ciento, y
hubiera reoxigenado al mercado laboral hacia sus mejores picos,
desde enero de 2008.
Más de nueve millones de estadounidenses quedaron fuera del
inventario oficial de la fuerza laboral nacional durante la
presidencia de Obama, confirmaron cifras del Buró Estadístico del
Trabajo.
En abril último el número total de ciudadanos clasificados por el
gobierno como "fuera de la fuerza laboral" permaneció en el nivel
preocupante de 89 millones 936 mil.
Desde febrero de 2009, nueve millones 549 mil individuos dejaron
este padrón federal porque, tras quedar cesantes, dejaron de buscar
empleo, se jubilaron con anticipación o se acogieron a retiro
programado.
El Instituto Brookings es uno de los llamados tanques pensantes
con sede en Washington D.C. Fundado en 1916, tiene una tendencia
liberal-centrista y un presupuesto anual de 90 millones de dólares.