Miles de documentos y fotografías de Ernest Hemingway guardados
hasta ahora en la casa en la que vivió en Cuba sobrevivirán al
olvido gracias a una fundación de EE.UU. que acaba de convertirlos a
formato digital.
"Las rosas. Pódelas una vez en septiembre, octubre, noviembre,
diciembre y enero. Después déjelas crecer", pedía el escritor Ernest
Hemingway a Pichilo, el jardinero de su casa de La Habana antes de
partir hacia Europa durante el otoño de 1948.
"Para descansarlas y hacerlas más fuertes", añadía a mano junto a
las anotaciones a máquina.
Estas instrucciones, junto a centenares de documentos y
fotografías del autor, permanecían ocultos al mundo hasta ahora en
Finca "La Vigía", donde residió el novelista durante su periodo en
Cuba, y cuya conservación peligraba después de estar expuestos
durante años al clima y los huracanes del Caribe.
Su pasaporte expedido en el año 1934 para viajar a Francia y
España, una carta a la actriz Ingrid Bergman o facturas de hotel de
un viaje que realizó a Austria en 1925 ofrecen hoy "textura" a lo
que se conoce sobre la vida del escritor, quien todavía es uno de
los escasos lazos entre la isla y Estados Unidos.
Gracias al trabajo de la fundación estadounidense que lleva el
mismo nombre de su casa habanera, otros 2.000 documentos del artista
se encuentran desde esta semana a disposición del público en formato
digital en la Biblioteca John Fitzgerald Kennedy de Boston.
"Este no es solo un trabajo estadounidense. No se hubiera podido
llevar a cabo sin la colaboración del Gobierno de Cuba, por lo que
estamos tremendamente agradecidos", dijo este lunes durante la
presentación de los documentos el congresista demócrata James
McGovern, quien deseó que esta colaboración sirva de ejemplo para
mejorar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Cuba y Estados Unidos, que no tienen relaciones diplomáticas ni
lazos comerciales desde la revolución comunista en la isla en 1959,
encuentran en Hemingway un fino hilo de unión, y es que las dos
naciones lo consideraban un compatriota.
"No podíamos esperar a que cambiara el clima político, la casa
también se encontraba en malas condiciones, con goteras y mucho
polvo", explicó la cofundadora de la Fundación Finca Vigía y nieta
del editor de Hemingway, Jenny Phillips, quien descubrió su
existencia en el año 2002 y se puso manos a la obra para su
recuperación.
Ya en el año 2008, la fundación donó a la Biblioteca JFK las
primeras 3.000 imágenes que detallan la vida del premio Nobel en La
Habana, a las que se suman estas nuevas 2.000 coincidiendo con el 60
aniversario de su premio Pulitzer.
Grupos de expertos en conservación del papel y restauración de
documentos han viajado durante años a la capital cubana para
perpetuar el legado del autor de "El viejo y el mar" que, según la
profesora Sandra Spanier, es de un valor incalculable para los
expertos como ella, dedicados a dibujar una fotografía más nítida de
la vida y obra del estadounidense.
"Hemingway se fue de Cuba en 1960 pensando que volvería a su
casa. Pero nunca lo hizo -explica Spanier, también editora del
Proyecto Cartas de Hemingway-. Por lo que la casa estaba llena de
sus cosas tras su muerte en 1961".
Allí se encontraban sus zapatos o "el original del discurso que
escribió al recibir el Pulitzer", escrito en español, en el que
aseguraba que aquel galardón era un premio a todos los pescadores de
Cuba.
Sin embargo, pese a esta nueva publicación de documentos del
autor, aún quedan en aquella casa cerca de 9.000 libros que
pertenecían a Hemingway, muchos de ellos con anotaciones de su puño
y letra en los márgenes cuya digitalización finalizará en unos
cuatro años, según la fundación.
Y es que tras más de dos décadas viviendo en aquella casa, el
novelista construyó todo un universo alrededor de "La Vigía" sin el
cual, a través de sus recuerdos, no podría entenderse quién fue
realmente Ernest Hemingway.