MEXICO.
— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llega hoy a esta
ciudad con la retórica del encuentro con un socio comercial y al
parecer sin respuestas a medulares temas como seguridad y control de
armas tan reclamados aquí y en el mundo.
Versiones oficiales marcan el tema económico y las
potencialidades de México en un nuevo enfoque en las relaciones
entre ambas naciones como centro del encuentro, contra muchas
preocupaciones de la cooperación antinarcóticos y el tráfico de
armas por la porosa frontera entre ambas naciones.
La derrota hace apenas dos semanas de una iniciativa de ley en el
Congreso estadounidense para mayores restricciones a venta de armas
constituyó un fuerte golpe para Obama, quien ahora llega a México
sin nada que ofrecer en ese sentido.
Por ello subordinarse a las intenciones de debate en torno a
economía y competitividad, ponderada por la parte mexicana, le viene
como anillo al dedo.
En cambio, organizaciones mexicanas a favor de los derechos
humanos y contra la violencia le insisten al presidente Enrique Peña
Nieto sobre la necesidad de examinar y llegar a acuerdos en el
encuentro sobre drogas, armas y lavado de dinero y la
responsabilidad compartida de Estados Unidos en los 60 mil mexicanos
muertos por cuenta del narcotráfico.
Tampoco el tema migratorio será el fuerte, aunque está en la
agenda, visto como un asunto doméstico de Estados Unidos y al que
México al parecer no quiere hacer presiones, pese a las tan
criticadas, por inhumana, deportaciones.
México incluso ha dado instrucciones a sus cerca de 50 consulados
en Estados Unidos de solo esperar a ver qué sucede en las
deliberaciones del congreso estadounidense, según declaraciones del
vicesecretario mexicano para América del Norte, Sergio Alcocer.
Por ello, a la vista pública, la visita girará en torno al
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, del que hace 20 años
quedó fuera el tema energético, con perspectivas al parecer ahora
diferente con la reforma energética, abierta a la inversión
extranjera y compulsada por el presidente Peña Nieto.
Sobre este tema, The Wall Street Journal se refirió
recientemente, al indicar que las aguas mexicanas en el Golfo
ofrecen potenciales beneficios y una nueva fuente de crudo para
empresas estadounidenses con capacidad de perforación a profundidad.
Para el gobierno mexicano, el énfasis de la reunión debe ser
temas de cooperación económica, comercial, educativa y de
innovación; y de cierta forma perfilar la importancia de la reforma
migratoria sobre estos aspectos.
Obama viene también a México en medio de un estancamiento de la
economía de su país, y la urgencia de abrirse más a América Latina
en el comercio exterior.
También ve a México como un puente en su estrategia regional, y
al que le reconoce una creciente influencia en el área que
Washington no quiere desaprovechar.