Según las últimas estadísticas recogidas por el centro provincial 
			de mando de respuesta de emergencia, otras 11 mil 393 personas han 
			resultado heridas y 21 continúan desaparecidas.
			El primer ministro, Li Keqiang, visitó a los pacientes heridos 
			por el sismo en el Hospital del Oeste de China, una importante 
			instalación en Chengdu, la capital de Sichuan, que acogió a buena 
			parte de las víctimas. La víspera, el premier estuvo en el distrito 
			de Lushan, el epicentro del movimiento telúrico, donde dio 
			instrucciones a las fuerzas del Ejército sobre el trabajo de rescate 
			de los sobrevivientes que puedan estar atrapados en los escombros.
			Un total de 1 159 soldados y 171 vehículos de la fuerza aérea 
			fueron enviados al lugar, además de un equipo nacional de emergencia 
			compuesto por socorristas, sismólogos y médicos. El Gobierno chino 
			también asignó unos 160 millones de dólares para asistir los 
			esfuerzos de ayuda humanitaria.
			Sichuan es una región de fuerte actividad sísmica, que en el 2008 
			sufrió el embate de un terremoto de ocho grados de magnitud que dejó 
			miles de muertos y múltiples daños materiales.