Era el esperado escenario, después de un viaje que comenzó poco 
			después de las 6:00 p.m. en Puerto Príncipe, para, luego de sortear 
			los habituales caminos de difícil acceso, llegar al caserío de 
			Soranje, en la comuna de Cornillón, perteneciente al departamento 
			Centro.
			La causa de que los cubanos lleguen hasta allí es la necesidad de 
			prevenir enfermedades en la población, evitar que esta consuma agua 
			e ingiera alimento alguno en condiciones inadecuadas y brindarle 
			educación sanitaria a través de charlas.
			Por lo que se aprecia, los haitianos conocen del cólera y de las 
			bondades del aquatab que les llevan los médicos cubanos. Todos 
			acuden a la llegada y, aun cuando la mayoría es consciente del 
			porqué de su presencia, no faltan quienes muestran asombro. Y así 
			comienza una aventura insospechada, como la de esta mañana en que un 
			grupo de niños, llenos de inocencia, despidieron a los cooperantes 
			con bailes y sonrisas.
			Aunque no todos los rostros sean conocidos, su condición de 
			médicos cubanos los convierte en bienvenidos. Se aprecia una 
			aceptación e identificación mágica, una lógica reacción que emana 
			del agradecimiento al ejercicio cotidiano de regalar salud.
			Gracias a las constantes visitas, estas poblaciones han adquirido 
			cultura de cómo prevenir el cólera y las enfermedades diarreicas en 
			general, así como a tratarse mediante el uso de sales de 
			rehidratación oral y tomar agua tratada, ante la carencia de medios 
			para hervirla.
			"El agua que toman los pobladores es recolectada a cielo abierto, 
			ya sea de la que cae durante la lluvia o la que brota del manantial, 
			ambas expuestas a cualquier enfermedad y sin presentar garantías de 
			salubridad alguna", asegura el epidemiólogo Vladimir Carmona.
			"Es una población a la cual se le dificulta llegar hasta donde 
			nosotros les podemos dar los servicios primarios de salud, de ahí la 
			importancia de visitas como esta, para acercarles la necesaria 
			atención", agrega.
			A pesar de ser esta una zona donde han sido reportados casos de 
			cólera en los últimos meses, principal móvil para los cubanos, estos 
			pretenden una cruzada no solo contra esta enfermedad, sino para 
			hacer frente a cualquier padecimiento diarreico y parasitario, muy 
			comunes entre la población haitiana. Mientras persistan inadecuados 
			hábitos y condiciones higiénico-sanitarias junto a una poca cultura 
			comunitaria, le restarán a la brigada aún muchos viajes hacia las 
			montañas.