Una carta con explosivo destinada para el mandatario alemán, Joachim
Gauck, fue interceptada y detonada de modo controlado por los
agentes de seguridad del palacio de Bellevue, residencia
presidencial de Berlín.
La misiva fue enviada por el correo ordinario y un análisis
rutinario mostró que contenía una sustancia que detona bajo efectos
de un golpe, fricción o fuego. El presidente no se encontraba en la
residencia en el momento del hecho.