BAGDAD, 19 de abril.— Iraq refuerza sus medidas de seguridad en
víspera de las primeras elecciones desde que las tropas
estadounidenses abandonaran el país a finales del 2011, en momentos
en que los últimos atentados han dejado 37 muertos y decenas de
heridos.
Unos 13,8 millones de electores iraquíes están convocados a votar
este sábado para renovar las asambleas provinciales, en unos
comicios que estaban pensados como una prueba de la estabilidad y
seguridad en el país luego de culminada la invasión de EE.UU. Sin
embargo, lo único que permitirán calibrar es la popularidad del
gobierno prochiíta del primer ministro Nuri Al Maliki, con vistas a
las elecciones generales del próximo año.
Maliki se enfrenta desde hace más de cuatro meses a un movimiento
de contestación de la minoría sunita y de sus socios en la
coalición, que lo acusan de acaparar el poder, reporta AFP.
Los atentados del jueves y el viernes han ensombrecido el
panorama electoral y abierto numerosas interrogantes sobre la
capacidad de las fuerzas del orden para garantizar la seguridad
nacional.
En total, 14 candidatos han sido asesinados en lo que va de año y
más de 300 personas han muerto víctimas de atentados.
Estos comicios son de gran importancia, ya que las asambleas
provinciales designan a los gobernadores, figuras claves en el
sistema federal iraquí.