LIMA.—
El legendario trovador cubano Silvio Rodríguez manifestó su
solidaridad con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en un
vibrante concierto que llenó la noche limeña de poesía, compromiso y
magia.
Ese cóctel de amor, como lo llamó un periodista, duró casi tres
horas, con un público enfervorizado que al inicio, cuando Silvio
recordaba la última vez que estuvo aquí, hasta le reclamó por sus
seis años de ausencia.
Fue en el tramo final que dedicó a Maduro, quien horas antes
había jurado como presidente, su hermosa canción "El Necio", que
habla del compromiso firme con los principios, pese a cualquier
adversidad.
También evocó a Gabriel García Márquez, como inspirador del tema
San Patersburgo, en un concierto en el que lució infatigable, pese a
la barba blanca que atestigua el paso de los años, atenuada con un
elegante sombrero y una juvenil camisa azul con la bandera de Cuba
estampada en el pecho.
El cantautor desgajó una a una sus canciones de todas las épocas,
coreadas a todo pulmón por los asistentes, en su mayoría jóvenes,
entre ellos padres, hijos y abuelos, gente de todas las generaciones
a las que Silvio les ha llegado al corazón.
En el público estaban, entusiasmados, los ministros peruanos de
Educación, Patricia Salas, y Cultura, Luis Peirano, y la embajadora
de Cuba, Juana Martínez, parlamentarios, actores, deportistas y
otras personalidades.
El concierto fue tan intenso que prácticamente no hubo
intermedio, solo un brevísimo descanso del poeta cantor, para un par
de temas hermosos interpretados por Trovarroco, el grupo musical que
lo acompaña en la gira actual, en la que antes estuvo en Santa Cruz,
Bolivia, y que seguirá en Costa Rica.
El enfervorizado público obligó a Silvio Rodríguez a volver al
escenario una y otra vez, hasta la despedida final, que, como ocurre
siempre con el amor, dejó en el púbico el sabor de lo disfrutado y
el anhelo de que el encuentro vuelva a repetirse, lo más pronto
posible.