ATENAS.
— El gobierno griego dio hoy una fría respuesta a las advertencias
recogidas en el informe elaborado por el Comisario de Derechos
Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, sobre el aumento de
la violencia xenófoba en el país.
En la presentación del estudio, desarrollada la víspera, el
responsable europeo se mostró "seriamente preocupado" por el alto
número de agresiones racistas y vinculó estas al partido neofascista
Amanecer Dorado, que desde las últimas elecciones cuenta con 18
escaños en la Asamblea Nacional.
El ejecutivo de Antonis Samarás desechó, sin embargo, la
propuesta planteada por el comisario de ilegalizar la formación
política, pues "podría ser contraproducente o provocar resultados no
deseados", y aseguró que "la fuerza parlamentaria de esta
organización es una expresión de desencanto popular y protesta
contra las duras, aunque inevitables, medidas de austeridad".
Pero el informe del organismo europeo también demandó a las
autoridades griegas campañas de sensibilización social contra el
racismo en las escuelas y la creación de medidas que ayuden a
mejorar la integración de la población inmigrante y el diálogo
intercultural.
Además Muiznieks pidió "una condena enérgica e inequívoca de los
mensajes y crímenes de odio racial", al tiempo que lamentó "el
discurso estigmatizante contra los inmigrantes ampliamente utilizado
en la política griega" así como las medidas de control y los cambios
legislativos que empeoraron la situación de los trabajadores
extranjeros.
La crítica cayó directamente sobre Samarás y sobre el ministro de
Orden Público, Nikos Dendias, quienes desde el inicio de la
legislatura utilizaron un lenguaje xenófobo contra los inmigrantes
calificándolos de invasión y bomba de salud o anunciando la
"limpieza y recuperación del centro de la ciudad".
La respuesta del gobierno descartó actitudes racistas en esas
declaraciones, pues el problema estuvo en que causaron "falsas
impresiones" al ser sacadas de su contexto.
Otras críticas recogidas en el documento fueron la práctica
habitual de torturas y malos tratos por parte de la policía contra
los inmigrantes y la inexistencia de sanciones ni condenas contra
los culpables fruto de lo que Muiznieks definió como la cultura
institucional de la impunidad.
El comisario alentó por último a corregir las deficiencias
existentes en materia de asilo y asistencia a refugiados, destacando
el precario sistema de acogida y la política sistemática de
detención prolongada de los emigrantes irregulares, a menudo en
condiciones insalubres.
El Consejo de Europa es una organización internacional con sede
en Estrasburgo sin relación con la Unión Europea, que integra a 47
estados, y cuya misión es promover la democracia y proteger los
Derechos Humanos y las libertades en todo el continente.