Étaix, considerado por la crítica entre los cineastas más
originales del cine francés, ganador del premio Oscar y del inglés
BAFTA, ambos en 1963 por el cortometraje Feliz cumpleaños, y
quien también fuera distinguido por la Academia en el 2011 con un
Oscar honorífico, agradece el homenaje que por estos días se le
realiza en La Habana.
Sobre estos premios, el realizador explicó en conferencia de
prensa y en posterior diálogo con Granma, que le permitieron
vivir cierto reconocimiento, pero no constituyen lo más importante
de su carrera, prefiere prestarle mayor atención al público, como lo
hace ahora en la Isla.
Con ese objetivo, dijo, llegó a Cuba para compartir algunas
producciones, incluso aquellas que creía perdidas y han sido
restauradas recientemente como El pretendiente, Yoyo,
Mientras haya salud, El gran amor y El país de la
abundancia, así como tres de sus cortometrajes.
Con el propio humor que caracteriza a sus producciones, Étaix
evocó algunos de sus principales momentos como cineasta desde hace
más de medio siglo y se declaró un enamorado perdido del cine cómico
y de las nuevas tecnologías.
Por su parte, Sandrine Bonnaire, reconocida en Cuba por sus
protagónicos en A nuestros amores, Sin techo ni ley y
Juega la reina, llega a la Isla esta vez como realizadora de
Ella se llama Sabine, un documental que la propia realizadora
describe como una obra que no relata un conflicto familiar propio,
sino la historia diaria de quienes conviven con un familiar
autista."Transmitir un mensaje, concienciar y hacer ver cuán grandes
pueden llegar a ser quienes padecen la enfermedad, es el objetivo
del material".
Sobre esta incursión como realizadora del género documental y en
el de ficción con el filme Me da rabia su ausencia, resaltó
las motivaciones que le hacen ponerse detrás de la cámara cuando
tiene una carrera ya construida. Bonnaire, además, se mostró
gratamente sorprendida por la amplia presencia del público cubano en
las salas para consumir cine francés y documentales.
En tal sentido, destacó que Ella se llama Sabine ya fue
candidato al Premio César en su categoría y ganó el Globo de
Cristal. El próximo viernes, dijo, estaré presentando la obra en
Santiago de Cuba.