Aires de cine francés en La Habana

Roberto Miguel Torres Barbán

Como cada año, el Festival de Cine Francés seduce con lo mejor de la más reciente filmografía gala y la presencia de algunos de sus propios protagonistas. En esta ocasión, cuando la temporada llega a su edición XVI, hacen estancia en la Isla, entre otros, el destacado director Pierre Étaix y la actriz devenida realizadora, Sandrine Bonnaire.

Foto: Yander ZamoraSandrine Bonnaire y Pierre Étaix en la 16 edición del Festival de Cine Francés.

Étaix, considerado por la crítica entre los cineastas más originales del cine francés, ganador del premio Oscar y del inglés BAFTA, ambos en 1963 por el cortometraje Feliz cumpleaños, y quien también fuera distinguido por la Academia en el 2011 con un Oscar honorífico, agradece el homenaje que por estos días se le realiza en La Habana.

Sobre estos premios, el realizador explicó en conferencia de prensa y en posterior diálogo con Granma, que le permitieron vivir cierto reconocimiento, pero no constituyen lo más importante de su carrera, prefiere prestarle mayor atención al público, como lo hace ahora en la Isla.

Con ese objetivo, dijo, llegó a Cuba para compartir algunas producciones, incluso aquellas que creía perdidas y han sido restauradas recientemente como El pretendiente, Yoyo, Mientras haya salud, El gran amor y El país de la abundancia, así como tres de sus cortometrajes.

Con el propio humor que caracteriza a sus producciones, Étaix evocó algunos de sus principales momentos como cineasta desde hace más de medio siglo y se declaró un enamorado perdido del cine cómico y de las nuevas tecnologías.

Por su parte, Sandrine Bonnaire, reconocida en Cuba por sus protagónicos en A nuestros amores, Sin techo ni ley y Juega la reina, llega a la Isla esta vez como realizadora de Ella se llama Sabine, un documental que la propia realizadora describe como una obra que no relata un conflicto familiar propio, sino la historia diaria de quienes conviven con un familiar autista."Transmitir un mensaje, concienciar y hacer ver cuán grandes pueden llegar a ser quienes padecen la enfermedad, es el objetivo del material".

Sobre esta incursión como realizadora del género documental y en el de ficción con el filme Me da rabia su ausencia, resaltó las motivaciones que le hacen ponerse detrás de la cámara cuando tiene una carrera ya construida. Bonnaire, además, se mostró gratamente sorprendida por la amplia presencia del público cubano en las salas para consumir cine francés y documentales.

En tal sentido, destacó que Ella se llama Sabine ya fue candidato al Premio César en su categoría y ganó el Globo de Cristal. El próximo viernes, dijo, estaré presentando la obra en Santiago de Cuba.

 

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