Cinturón de seguridad

Abrazo necesario para garantizar la vida

Una campaña de información-vigilancia sobre el uso de este aditamento se desarrolla hoy en el país hasta el próximo 21 de abril

maylín guerrero

De acuerdo con investigaciones realizadas, el cinturón de seguridad es la herramienta más efectiva en la prevención de los efectos de los accidentes del tránsito. La mayoría de los estudios indican que estos reducen la posibilidad de morir en un rango del 40% al 50% para los conductores y pasajeros delanteros; y en cerca de un 25% para quienes viajan en el asiento trasero del vehículo.

El cinturón de seguridad es la herramienta más efectiva en la prevención de los efectos de los accidentes del tránsito.

El cinturón de seguridad desacelera y evita una detención agresiva y brusca, no permite que la cabeza y la cara se golpeen contra el volante y el parabrisas, sujeta el cuerpo sobre sus zonas fuertes, evita que los ocupantes se golpeen entre sí e impide que salgan despedidos fuera del vehículo.

Resulta fácil deducir de esta manera, que tales aditamentos pueden salvar vidas si se utilizan y colocan correctamente. Sin embargo, la realidad cotidiana indica que muchos conductores y pasajeros arriesgan a diario la vida cuando no lo emplean, o se lo ponen solo para evitar una multa por parte de las autoridades policiales.

Varios mitos surgidos alrededor del cinturón de seguridad fomentan estas actitudes: Si quedo herido en un accidente, el cinturón dificultará el rescate; podría quedar atrapado en caso de incendiarse el auto; si salgo expulsado del vehículo por el impacto, tengo más posibilidades de quedar ileso; a mí nunca me va a pasar, así que no lo necesito, etc.

Científicamente está demostrado que el rescate de los heridos se dificulta por las fracturas múltiples que el choque produce al conductor o los pasajeros; los incendios son poco frecuentes en los accidentes y, en todo caso, el cinturón evitaría golpes mayores, fracturas y pérdida de conciencia; y quien debido a una colisión es expulsado del vehículo tiene más posibilidades de morir que alguien que lleva puesto su cinturón. Todo ello teniendo en cuenta que los accidentes son imprevistos, ocurren a cualquiera.

Para evitar entonces los pensamientos erróneos se lleva a cabo en toda Cuba, hasta el próximo 21 de abril, una campaña de seguridad vial dirigida a incentivar el empleo de este medio de protección, como parte de las acciones que desarrollan la Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV) y la Dirección Nacional de Tránsito para promover mejores actitudes en los usuarios de la vía.

Quizás algunos lectores con ojo crítico señalen que la mayoría de los vehículos en Cuba no poseen este aditamento, y que tampoco se fabrican, comercializan o reparan en talleres automotrices del país. Sería una observación certera, pues solo alrededor del 35 % de los vehículos que circulan por nuestras calles lo tienen, y hoy no existen entidades que faciliten el acceso a la herramienta.

Pero estas no deben constituir razones para que nuestros medios de comunicación y entidades pertinentes dejen de hacer estos llamados de atención que buscan informar a la población sobre los beneficios que aporta el uso correcto del cinturón, y que además comprenden operativos de control policial dirigidos a evitar las infracciones mediante la imposición de notificaciones preventivas o multas.

Además, según Oscar del Toro Quesada, inspector general del Transporte y secretario de la CNSV, el país está trabajando para en un futuro cercano lograr que exista disponibilidad de estos aditamentos, y reconoció que precisamente por la falta de condiciones objetivas, la exigencia de su empleo se diseñó en tres etapas.

La primera, iniciada cuando entró en vigor el Código de Seguridad Vial, comprende a los vehículos que ya cuentan con dichos medios instalados, y los asientos delanteros de los equipos ligeros importados desde el 2000. La segunda incluye también a los asientos traseros de los vehículos ligeros y en todos los asientos del resto de los equipos de motor importados desde el 2009.

La tercera etapa —en las que nos encontramos actualmente— sería para todos los casos no contemplados en las dos etapas anteriores, según la disponibilidad de adquisición e instalación de los medios.

Quienes se incluyen entonces en las dos primeras etapas, deben respetar a cabalidad lo que establece el Código de Seguridad Vial en su artículo 84, que "el conductor de un vehículo de motor está obligado a utilizar el cinturón de seguridad vial y exigir su uso a los pasajeros".

Al cumplir diariamente esta norma se estaría contribuyendo a que la campaña logre su principal objetivo: que el ciudadano asuma, responsablemente, su propia protección en la vía.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir