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Actualizado 2:30 p.m. hora local
Madre de José Couso: "Me falta que EE.UU. diga por qué ese ataque
a la prensa libre"
Hace
diez años que el ejército estadounidense atacó las tres grandes
sedes de la prensa independiente en Bagdad. Fue la mañana del 8 de
abril de 2003, durante la guerra, antes de la toma del centro de la
ciudad por parte de los norteamericanos. En un plazo inferior a tres
horas, sus tropas embistieron primero contra las sedes de dos
cadenas árabes (Al Jazeera y Abu Dhabi) y posteriormente contra el
Hotel Palestina, donde se alojaban más de 200 corresponsales. En
total murieron tres periodistas, entre ellos el español José Couso,
y varios más resultaron heridos.
A partir de ese momento y a lo largo de estos diez años, la
familia de José Couso ha llevado a cabo una lucha constante para
conseguir que sean juzgados los responsables de una muerte que nunca
debió haber tenido lugar. A día de hoy, y a pesar de los repetidos
intentos de archivo por parte de la Fiscalía de la Audiencia
Nacional, es la única causa abierta en el mundo contra militares
estadounidenses.
"Fue un claro ataque contra la prensa. No mataron a José Couso
porque se llamara José Couso, sino que nos podía haber tocado a
cualquiera", asegura a RTVE.es el periodista Carlos Hernández,
testigo de los hechos. "En los primeros momentos estábamos
bloqueados, no nos dio tiempo a asumir que todo era parte de un plan
premeditado. Recuerdo que lo primero que pensé tras el impacto del
obús fue que podían haber sido los iraquíes. No se me pasó por la
cabeza que fueran los norteamericanos los autores del disparo, como
nos confirmaron poco después".
La periodista Olga Rodríguez también se encontraba en el Hotel
Palestina cuanto tuvo lugar el ataque: "En ese momento volvimos a
nacer. Las horas siguientes estuvimos poniéndonos a salvo y
ocupándonos de nuestros muertos y heridos, por eso no hay ninguna
imagen de la toma de Bagdad. Durante 24 horas lograron
lamentablemente callar a la prensa".
El Derecho Internacional considera un crimen de guerra el ataque
a objetivos civiles. El Hotel Palestina lo era. Por eso, en aquel
momento, los compañeros de José Couso redactaron un comunicado en el
que consideraban su muerte "un asesinato que viola las convenciones
internacionales" y se comprometieron, por ello, a promover acciones
legales encaminadas "a esclarecer los hechos y a señalar a los
culpables para que su muerte no quedara impune".
La familia Couso: "Transformamos el dolor en lucha"
"Hoy estoy un poco nerviosa, algo acelerada –confiesa a RTVE.es
la madre de José Couso, Maribel Permuy- Aunque la muerte de José
siempre está presente en mi vida, los aniversarios remueven
muchísimo. Son diez años ya, y lo primero que se me viene a la
cabeza cuando pienso en estos años de lucha por mi hijo es la
palabra dignidad. Mi familia y mucha más gente hemos estado unidos
contra la impunidad de Estados Unidos y seguimos reclamando
investigación y justicia".
"Mi hijo Javier me dijo: Tenemos que transformar el dolor en
lucha. Y así lo hicimos y lo seguiremos haciendo el tiempo que haga
falta para denunciar este crimen tan horrible y que no sea tan
barato matar a periodistas. Al principio la gente me decía: déjalo,
quédate en casa, no vas a lograr nada… Si les hubiera hecho caso el
nombre de José Couso se hubiera olvidado y no se hubiera convertido
en un referente de la prensa libre".
Por su parte, Javier Couso, hermano de José, destaca la
importancia de que el caso siga abierto diez años después: "Son
épocas dolorosas, pero estamos satisfechos con que el proceso haya
llegado hasta aquí, a pesar de las tentativas reiteradas del
Gobierno español y estadounidense de cerrar la investigación. La
lucha es muy dura porque siempre tienes el recuerdo de forma
permanente, pero más duro es rendirse sin tener justicia".
"Sabíamos que nos enfrentábamos al país más poderoso del mundo,
que la pelea iba a ser larga. Pero eso nunca nos asustó. Son fechas
muy tristes, pero también nos sentimos fuertes porque hemos dado
muchos pasos que nos han llevado a conseguir pequeñas victorias. La
sonrisa de José siempre me recuerda que tengo que seguir", apunta
David Couso, otro de los hermanos del periodista fallecido.
NUEVAS DILIGENCIAS ADMITIDAS A TRÁMITE
El caso sigue abierto diez años después. Recientemente, y en
respuesta a la solicitud de archivo provisional realizada por el
Ministerio Fiscal el pasado mes de febrero, el juez instructor,
Santiago Pedraz, ha admitido a trámite las nuevas diligencias
presentadas por la defensa. Todavía no se ha producido ninguna
respuesta por parte de Estados Unidos.
En ellas se pide a la Interpol que ejecute la orden de detención
internacional de los tres militares procesados, a efectos de
extradición y puesta a disposición de los juzgados españoles. En
2010, la Interpol se negó a su búsqueda y captura en virtud del
artículo 3 de su Estatuto, que excluye de la organización de "toda
actividad o intervención en cuestiones o asuntos de carácter
político, militar, religioso o racial". Fue la primera vez en su
historia que puso esa objeción a una orden judicial.
Además, se ha solicitado la toma de declaración como testigo a
Adrienne Kinne, ex sargento del Ejército de Estados Unidos. Kinne
afirmó, en una entrevista realizada por la periodista norteamericana
Amy Goodman en el programa ‘Democracy Now’, que recibió "una lista
de posibles objetivos a atacar en Bagdad, y el Hotel Palestina
estaba catalogado como posible objetivo potencial".
"LA FISCALÍA HA CUMPLIDO EL PAPEL DE DEFENSA DE LOS MILITARES DE
EE.UU."
En una entrevista a RTVE.es, el abogado del caso Couso, Enrique
Santiago, asegura que "es mucha la impotencia que se siente, porque
teniendo todas las resoluciones judiciales a nuestro favor no se
cumplen las potestades jurisdiccionales del juez que, en cualquier
situación normal, se hubieran cumplido". Y añade: "En este caso, la
Fiscalía española, como quedó acreditado en los papeles de Wikileaks,
ha cumplido un papel de defensa de los militares de EE.UU."
Una opinión que también comparte Javier Couso: "Nunca pensé que
era tal la sumisión y la traición por parte del Gobierno de mi país
cuando leí los cables de Wikileaks. Imaginaba que una nación como
España tendría algo más de firmeza a la hora de defender la
soberanía, la dignidad y el Derecho Internacional".
Además del procesamiento de los tres militares que ordenaron,
autorizaron y efectuaron el disparo que acabó con la vida de José
Couso, también están imputados dos de sus superiores como ejecutores
de un plan "para evitar que los medios de comunicación pudieran
informar", según señala el auto del juez. Otro de los logros
judiciales durante este tiempo, ha sido el viaje a Bagdad de una
comisión, encabezada por Santiago Pedraz, que constituyó la primera
inspección ocular en suelo extranjero.
"Ni los más optimistas pensábamos que esto podía llegar al
extremo de seguir vivo durante diez años, y ha sido posible por la
decisión y valentía de la familia -actores principales de esta
batalla- y porque, afortunadamente, frente a fiscales que siempre
han estado intentando oponerse y bloquear el proceso judicial, ha
habido jueces valientes que lo único que han querido es buscar la
verdad y no se han dejado someter a presiones políticas del Gobierno
del PP primero y del PSOE después", apunta Hernández.
ACTOS EN MEMORIA DE COUSO
Este fin de semana han tenido lugar varios actos en memoria de
José Couso con motivo del décimo aniversario de su asesinato: Una
mesa de ‘Madres contra la Impunidad’, en la que participó su madre,
Maribel Permuy, acompañada por otras madres a las que les unía el
reclamo de justicia por sus hijos; y una concentración frente a la
embajada de EE.UU., que contó con la presencia de periodistas y
personas del mundo de la cultura que quisieron, un año más, apoyar a
la familia Couso en esta lucha que –como ellos mismos siempre dicen-
"no es sólo por José, sino también por todos los iraquíes muertos en
esta guerra".
"La reivindicación de la memoria supone la conquista de un
espacio de justicia que hoy nos niegan, así que reivindiquémosla",
concluyó la periodista Olga Rodríguez en el acto del pasado sábado
al que se unieron cientos de personas. Varios reporteros gráficos
quisieron rendirle un homenaje a su compañero y colocaron sus
cámaras en el suelo, apagadas, como protesta por su asesinato. Y
esta tarde habrá otro acto: catedráticos universitarios presentarán
en el Consejo General de la Abogacía de Madrid un libro sobre el
Derecho Internacional y el caso Couso.
"Las últimas veces que hablé con José me dijo que tenía que
quedarse en Irak para filmar y contarle al mundo lo que allí estaba
pasando. Él estaba convencido de su compromiso con la verdad –relata
Maribel Permuy – Lo que me da fuerza para continuar son esas caras
anónimas que veo una y otra vez y me dicen: ‘Estoy contigo, estamos
con vosotros, sigan adelante. Eso sí, me falta que Estados Unidos
diga por qué ese ataque a la prensa libre".
Su hermano, Javier Couso, recuerda que "había unas señoras que
llamaban locas en Argentina que después de más de 30 años han
condenado a más de 80 criminales de lesa humanidad. Quién dice que
alguno de los asesinos de periodistas tenga que dar cuenta a la
justicia en unos años".
(Tomado de RTVE) |