Cuba
dominó de forma general el torneo Panamericano de lucha con sede en
Panamá con 11 títulos, una presea de plata y tres bronces entre 18
países en competencia.
En el sector femenino la isla conquistó las preseas de oro en las
divisiones de 72, por intermedio de Lisset Hechavarría; y en 59,
gracias a Yaquelín Stornell, en tanto la experimentada Catherine
Videaux ganó plata en 63, e Idurmis Acea junto a Yamilka del Valle,
alcanzaron bronces en 51 y 55 kilos, respectivamente.
Cuba logró cuatro coronas en la rama masculina mediante Alejandro
Valdés (60), Franklin Marén (66), Yunierki Blanco (74) y Javier
Cortina (96).
Únicamente Yunieski Torreblanca (84) sucumbió en su pase a la
final (2-0, 1-1, 0-2) con el norteño Phillip Keddy. En definitiva
quedó en bronce.
El botín dorado de los cubanos se completó con los triunfos en la
lucha grecorromana de Ismael Borrero (60), Alexander Casals (66)
Alexei Bell (74), Gilberto Piquet (84) y Yasmani Lugo (96), quienes
mantuvieron el invicto en 17 combates para terminar segundos con 50
puntos, al acecho de Estados Unidos (57) que asistió con todos sus
hombres.