Aliet Arzola Lima

Un día alguien sugirió a Joan Carlos Pedroso que debía esforzarse por desarrollar su talento natural: el poder. "Solo dando muchos cuadrangulares vas a triunfar", le decían, y no se equivocaron, pues desde los primeros compases de su carrera el fornido inicialista fijó como principal propósito llevarse las cercas y tras 16 temporadas logró incluirse en el exclusivo club de los que han conectado 300 o más vuelacercas.

Pedroso se encuentra ahora a 12 vuelacercas de Luis Giraldo Casanova y su objetivo inmediato es sobrepasarlo para anclar en el sexto escaño histórico de los jonroneros cubanos.

Par de años atrás, cuando aún le faltaban 43 jonrones para alcanzar la anhelada cifra, el gigante tunero me confesó no estar obsesionado con la marca y así, a paso liviano pero seguro, continuó su idilio con los batazos de vuelta completa hasta sumarse, este sábado, al grupo de toleteros que lidera Orestes Kindelán con 487 películas, escoltado por Lázaro Junco (405), Omar Linares (404), Antonio Muñoz y Romelio Martínez, ambos con 370, Luis Giraldo Casanova (312), Gabriel Pierre (306) y Julio Germán Fernández (302).

Pedroso, natural de Matanzas y radicado en Las Tunas desde pequeño, disparó su primera "película" por la pradera izquierda el 18 de noviembre de 1997, frente al granmense Misael López en el parque Julio Antonio Mella, en la sexta entrada con dos hombres en circulación, según el exhaustivo trabajo recopilatorio del estadístico Yirsandy Rodríguez, el cual nos muestra varias interioridades de una larga cronología de jonrones.

Arranque lento... En los Campeonatos Mundiales Juveniles de 1996 y 1997 Pedroso se erigió estrella del plantel antillano, junto a Yosvani Peraza y Michel Enríquez. En su debut en Series Nacionales no logró confirmar tales credenciales y apenas largó un vuelacercas, más cinco en la siguiente campaña, pese a que todavía se jugaba con aluminio en la Isla. Ya con bate de madera conectó 13 cuadrangulares en sus dos próximas campañas para totalizar 19 en cuatro torneos, cifra nada impresionante, pero después...

... El jonronero del siglo. A partir del 2002 Pedroso despertó definitivamente y hasta la fecha ha sido imposible detenerlo, con 281 bambinazos en 12 temporadas, 257 de ellos en la fase regular, dos en los play off y 22 en Superligas.

Lejos del Mella. Como es de suponer, la mayoría de sus jonrones han sido en el parque Julio Antonio Mella, sede de los Leñadores, donde acumula 130, aunque ningún escenario ha escapado de su poder. Particularmente, en el Nguyen Van Troi guantanamero se ha dado gusto con 17, al igual que en el Latinoamericano capitalino y el Guillermón Moncada, de Santiago de Cuba (14), mientras en el Cándido González, de Camagüey y en el José Antonio Huelga espirituano lleva 12.

Oportunidad. A Pedroso lo han criticado por sus pobres actuaciones en la arena internacional, pero en el torneo doméstico ha sido un látigo, no solo por la cantidad de vuelacercas, sino por la oportunidad de sus batazos. Para tener una idea, el 62 % han sido con corredores en base divididos de la siguiente forma: 117 con un corredor a bordo, 53 con dos compañeros en circulación y 17 con las bases llenas.

Por partida doble... y triple. Un gran total de 29 veces el inicialista ha largado dos cuadrangulares en un juego y una vez, ante Granma en el Mártires de Barbados, despachó tres.

Cifras cerradas. Su jonrón cien llegó en el 2004 frente a René Espín, en el Mella, en la novena entrada. El 200 en el Latino contra otro capitalino, Dorian Friol, en el inning 13.

Otras interioridades. Es el verdugo por excelencia de Guantánamo, al que ha castigado con 29 cuadrangulares. Su día preferido para botarla es el miércoles (64) y lo ha hecho 173 veces por el jardín izquierdo, 95 por el central y 32 por el derecho.