Un equipo de científicos de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China, creó el aerogel de grafeno, una espuma basada en nanotubos de carbono congelados en seco y láminas de óxido de grafeno, a la cual se le quita el oxígeno con un proceso químico.

Este descubrimiento, que aparece entre los más importantes de la ciencia moderna, comenzó a ser parte de extensas listas sobre posibles usos: transistores, celdas solares y supercapacitores son algunas de las posibilidades.

Su densidad es de 0,16 miligramos por centímetro cúbico y puede apoyarse sobre una flor de cerezo sin dañarla. (Infobae)

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