La 
			mítica orquesta cubana Van Van encara hoy un nuevo desafío que 
			antaño corrieron monstruos del rock como Deep Purple o 
			Metallica: tocar sus temas en formato sinfónico.
			La interpretación de cuatro canciones de la legendaria formación 
			con arreglos del maestro Joaquín Betancourt para orquesta sinfónica 
			destaca entre las sorpresas del cercano Cubadisco 2013.
			Gloria Ochoa, presidenta de la máxima fiesta discográfica cubana, 
			precisó que las versiones respetarán la base rítmica y los coros del 
			llamado Tren de la Salsa, fundado en 1969 por Juan Formell.
			Este experimento musical evidencia nuevamente la versatilidad de 
			los compositores cubanos, aseguró Ochoa respecto a este homenaje a 
			la agrupación.
			Cuba se precia de la formación académica incluso de sus músicos 
			populares, graduados la mayoría del sistema de conservatorios y 
			escuelas de arte, cantera de concertistas, jazzistas o timberos.
			El eclecticismo y rigor en la formación permite al joven músico 
			cubano beber de múltiples influencias, y el propio Formell reconoce 
			la impronta del funk o el rock en sus creaciones con Van Van.
			Otra prueba de fusión de estilos en el cercano Cubadisco será un 
			concierto con medio centenar de violinistas, dirigidos por Manolito 
			Simonet, pianista y líder de la agrupación salsera El Trabuco.
			Tanto la nueva aventura de Van Van como la violinada del Trabuco 
			darán por primera vez sentido a una jocosa frase, representativa de 
			lo real maravilloso en Cuba: "A gozar con la Sinfónica Nacional".