QUITO.— 
			La secretaria general adjunta de la ONU Rebeca Grynspan dijo que sin 
			los médicos cubanos hubiera sido imposible dar una respuesta al 
			cólera en Haití.
			La también administradora adjunta del Programa de Naciones Unidas 
			para el Desarrollo (PNUD), precisó en declaraciones a Prensa Latina 
			en esta capital que "de las cosas más esperanzadoras que vi en Haití 
			fue la ayuda cubana y el aprecio del pueblo por los médicos cubanos, 
			y calificó de una realidad dura la de esa nación caribeña.
			"Ya antes del terremoto estaba la ayuda médica cubana en Haití, 
			más aún, una de las cosas increíbles es que a muchos de los 
			haitianos que estudiaron medicina en Cuba eran los médicos cubanos 
			quienes los involucraban para ejercer la medicina en Haití", recordó 
			Grynspan.
			"Porque era tan cerrado ese gremio", lamentó. "Tenemos estos 
			obstáculos para mejorar la vida de las personas, pero lograron 
			involucrarse a través de los médicos cubanos y es conmovedor ver la 
			simbiosis del pueblo haitiano con el pueblo cubano", enfatizó.
			Comentó que conoce muy bien a esa nación caribeña, porque estuvo 
			muy involucrada después del terremoto de enero de 2010, y viajó allí 
			por dos años de manera asidua, como parte de la Comisión de 
			Cooperación creada entonces.
			"Haití es un país que se le incrusta a uno en el corazón", afirmó 
			Grynspan.
			"Una expresión que oí cuando llegué a Haití y que me gustaría 
			compartir es que hay un elemento nuevo en la difícil realidad 
			haitiana y es el involucramiento de América Latina en ella", reveló.
			Eso no existía en el pasado, recalcó. Fue un elemento que cambió 
			incluso la dinámica de Naciones Unidas, dijo y citó como ejemplo a 
			la Misión de Estabilización de Naciones Unidas (Minustah), la 
			mayoría de cuyas tropas son de América Latina y son mucho mejor 
			recibidas.
			Siempre han querido (las autoridades haitianas) que el jefe de la 
			Minustah sea un latinoamericano, y comentó están ahí (militares de) 
			Venezuela, Ecuador, Brasil, Chile, Uruguay, involucrados en la 
			realidad de Haití, y sintiendo una gran responsabilidad.
			En Haití, las decisiones que toma hoy el Consejo de Seguridad de 
			la ONU no las toma sin América Latina. Y eso de verdad ha hecho un 
			cambio, recalcó Grynspan.