Cientos
de miles de cubanos animaron la edición 15 del Maratón de la
Esperanza Terry Fox, en todos los municipios y núcleos poblacionales
rurales y de montañas del país.
Los participantes efectuaron carreras y caminatas en homenaje al
joven canadiense Fox, víctima de cáncer y un fiel ejemplo de la
voluntad humana, y en saludo a los aniversarios 51 de la Unión de
Jóvenes Comunistas de Cuba, y 52 de la Organización de Pioneros José
Martí.
El evento, de carácter participativo y que desde 1998 se celebra
en toda la Isla, como parte del programa nacional de lucha contra el
cáncer, contó con la presencia de discapacitados físico-motores,
niños, adolescentes, jóvenes, y personas de la tercera edad.
A las 10 de la mañana la emisora Radio Rebelde, como ya es
tradicional, dio la voz de arrancada del maratón, que constituye un
digno recordatorio del legado de Fox.
El canadiense, con una pierna amputada, corrió durante 143
jornadas consecutivas, en 1980, para recaudar fondos destinados a
investigaciones del cáncer.
Tras completar cinco mil 373 kilómetros fue hospitalizado a causa
de la metástasis que alcanzó sus pulmones, y murió 10 meses después,
a la edad de 22 años.
El evento, que no tiene premiación, deviene un mensaje de alerta
a la población mundial de cuánto se puede hacer contra esa
enfermedad que tantas vidas cobra en todo el mundo.
Como ya es habitual, en esta capital tuvo como salida y meta la
sala polivalente Kid Chocolate, con un recorrido por toda la avenida
del Prado.
Matthew Levin, embajador de Canadá en Cuba, señaló el pasado 5 de
marzo, que el propósito específico del maratón es el de crear más
conciencia acerca de esta afección, debido al impacto que tiene
sobre el individuo y la familia.
Al respecto, indicó que este movimiento es considerado como un
símbolo de solidaridad, de sacrificio y de superación de
dificultades.