De esa manera, lo más inusitado fue la ausencia de la espirituana
Dayaris Mestre en la final de los 48 kg, al ceder por
descalificación en su combate de cuartos ante la pinera Lisa Vera,
privándola de una esperada revancha frente a la guantanamera María
Celia Laborde, que archivó sin problemas su tercer título
consecutivo.
Fuera de ahí, todo según los pronósticos, pues la monarca de
Londres 2012, Idalys Ortiz, prolongó una racha invicta en lides
domésticas que data desde el 2008, como mismo hizo la doble
subtitular olímpica Yanet Bermoy (52 kg), ganando esta vez por
ippon sus seis pleitos. Y también se coronaron la santiaguera
Kaliema Antomachín (78) y las capitalinas Maricet Espinosa (63),
Onix Cortés (70) y Heidi Abreu (categoría abierta).
De ahí que el profesor Ronaldo Veitía no dudó en ratificar la
presencia de todas ellas en el equipo que asistirá al certamen
continental de la disciplina, en Costa Rica el mes próximo, con la
única duda si acaso en la plaza de los 57 kg, división en la cual la
santiaguera Aliuska Ojeda solo pudo acceder al oro por la
descalificación de Anailis Dorvigni, de Mayabeque, cuando esta la
aventajaba por superioridad de yuko llevando el peso de las
acciones, según informó el colega del semanario Jit, Roberto Méndez.
Por lo demás, La Habana (3-1-1) acabó recabando el primer lugar
por provincias, escoltada por Santiago de Cuba (2-1-5) y Guantánamo
(1-1-0). Leobel Pérez quedó reconocido como el árbitro de mejor
actuación en un torneo que sirvió para vislumbrar a los talentos
emergentes que este año tendrán su primera prueba de fuego
internacional en los Mundiales de Cadetes y Juveniles, previstos
para agosto en Miami, y octubre en Ljubljana (Eslovenia),
respectivamente.