La
rueda, bendito invento del hombre. El neumático: ¿qué fuera de la
vida moderna sin él? Cuántas tareas no dependen de un vehículo con
buenas gomas.
En el municipio San José de las Lajas se encuentra el taller de
recapado en frío Capitán Ramón Guillermo Rodríguez de Armas. Esta
pequeña entidad pertenece a la Empresa de la Goma, más conocida como
Poligom, la cual se ocupa, fundamentalmente, de fabricar y recapar
neumáticos, así como de la confección de otros artículos de ese
material.
El taller surge a raíz de una gran inversión en tecnologías que
posibilitan el reciclaje del neumático. De las cinco recapadoras del
país, tres fueron escogidas para instalar una planta de recape en
frío. Están ubicadas por regiones, y esta de Mayabeque atiende parte
de La Habana, Matanzas, Artemisa y Pinar del Río.
Desde el 2011 se puso en marcha el Ramón Guillermo Rodríguez, con
una capacidad de 15 mil recapes al año, tope todavía inalcanzable,
entre otras causas por desconocimiento y predisposición de las
entidades estatales ante esta variante. Paradójicamente la provincia
donde está enclavado es la que más incide en ese incumplimiento.
La fuerza de trabajo es nueva, y en su mayoría compuesta por
obreros jóvenes, quienes pasaron un curso de adiestramiento y hoy
ejercen la faena con habilidad y responsabilidad. Según Pablo
Torriente Díaz, director de la entidad, uno de los factores que más
favorecen su funcionamiento es la vitalidad e interés de los
muchachos, de ahí el criterio de que el personal de esas edades se
adecua más a este tipo de labor.
Ante los llamados de ahorro y racionalización ,el recape es un
proceso que viene como anillo al dedo. Resulta mucho más ventajoso
reparar un neumático que importarlo o hacerlo. La ecuación no admite
resistencia, pues evita que el país gaste un millón de pesos por
cada 6 000 gomas recapadas. Además, el proceso no contamina el medio
ambiente.
Si bien es factible y necesario el recape, la estrategia de
reciclaje aún no ve grandes frutos. Resulta que la técnica, aunque
es aceptada por muchos, también es detractada por otros. La falta de
conocimiento o la poca cultura de reutilización del neumático ha
despertado la negativa en diversos organismos que deberían acudir
más a esta práctica.
Desde inicios de año, el taller ha tenido poca entrada de
clientes. Lo mismo pasa en su entidad rectora, Recape Habana,
ubicada en el municipio capitalino del Cotorro. Antes, ella
compartía su demanda con el Ramón Guillermo Rodríguez, pero el
conglomerado también se ha visto afectado por las mismas razones
planteadas.
En tanto, el directivo enfatiza: "Para lograr llegar a nuestra
meta dependemos de que los cuerpos estatales demanden el servicio
que ofrece el taller. Hasta el momento se ha incumplido por la poca
entrada de gomas, y no por deficiencias de los trabajadores y las
maquinarias".
En el 2011 solo hicieron 5 034 recapes de 9 000 que se
propusieron. En el 2012 la situación se revirtió y pudieron crecer
en un 131 %, al duplicar su producción hasta las 12 553 gomas
recapadas durante ese periodo.
"Nosotros insistimos en hacer un llamado a los centros y unidades
estatales, sobre todo de nuestra provincia. El estado ha hecho una
gran inversión en esta tecnología y no fue por gusto. Realmente, el
recape en frío alarga la vida de los neumáticos. La economía y el
medio ambiente lo agradecen", expresó Torriente.
Casi toda la red de ómnibus metropolitanos que circula en La
Habana, transita gracias al servicio del taller, por citar un
ejemplo, entre tantos. Precisamente, la mayor cantidad de clientes
proviene de la capital, pero también la Empresa de Transporte de
Pinar del Río lo tiene como centro de referencia por la calidad y
acabado de las gomas.
Entiéndase que recapar es reciclar, ahorrar. El taller continúa
trabajando a la espera de poder aumentar su producción. Las puertas
están abiertas y el llamado a los más cercanos sigue latente.