ROMA,
21 de marzo.— Mientras el presidente Giorgio Napolitano continúa sus
consultas para la formación de un nuevo Ejecutivo en Italia, las
autoridades de la península han reconocido que la situación de la
economía es incluso peor de lo que se pensaba.
El ministerio de Economía italiano revisó a la baja sus
previsiones de déficit y Producto Interno Bruto (PIB) para el
presente año y anunció que destinará 40 mil millones de euros en el
2013 y el 2014 para poder pagar la deuda de las administraciones
públicas con los proveedores y aportar así más liquidez a la
economía, informa Europa Press.
Así, las últimas estimaciones del Ejecutivo saliente del
tecnócrata Mario Monti auguran una caída del PIB del 1,3 % este año,
frente a la contracción de dos décimas prevista anteriormente,
mientras que de cara al próximo año prevén un crecimiento económico
del 1,3 %, ligeramente por encima del anterior pronóstico del 1,1 %.
La cartera anunció también cambios en los objetivos de déficit
para este año y el próximo. De este modo, el país transalpino
cerrará este año por debajo del 3 % exigido por el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento (PEC). En concreto, el déficit será del
2,9 % (2,4 % si no se tiene en cuenta la nueva inyección de 40 mil
millones), pero lejos de la anterior previsión del 1,8 %.
La península enfrenta una compleja coyuntura económica, cuya
solución constituye la principal demanda de los italianos a las
fuerzas políticas que buscan la formación de un nuevo Gobierno. La
formación con mayores posibilidades es la centro-izquierda de Pier
Luigi Bersani, que resultó vencedora en los comicios; sin embargo,
aún no cuenta con el apoyo suficiente para crear una coalición
estable.