El
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) nunca declaró que
Iraq poseyera armas de destrucción masiva, afirmó en El Cairo el
exsecretario general de esa entidad, el egipcio Mohamed El Baradei.
Diez años después la guerra de Iraq sigue siendo un acto de
engaño, afirma en su cuenta en la red social Twitter El Baradei,
responsabilizado en su momento por haber apoyado la invasión de ese
país árabe por Estados Unidos, secundado por el Reino Unido.
Fue un indicio de "un sistema de seguridad global disfuncional,
un sistema de justicia criminal inconsistente y un colosal irrespeto
por las víctimas civiles", dijo el exfuncionario de la ONU, devenido
componente de la oposición laica al presidente egipcio, Mohamed
Morsi.
Las
formulaciones de El Baradei adquieren relevancia en el contexto de
las amenazas estadounidenses e israelíes de agresión contra Irán por
sus alegadas intenciones de fabricar armas atómicas.
El Baradei adquirió notoriedad internacional por su relación con
los acontecimientos previos a la invasión y ocupación castrense de
la antigua Mesopotamia por las tropas estadounidenses y fue
galardonado con el premio Nobel de la Paz en el 2005.
En las elecciones presidenciales de junio pasado, El Baradei fue
candidato fallido y, en la segunda mitad del 2012, integró su
Partido Destour (Constitucional, árabe) al Frente de Salvación
Nacional, una agrupación de entidades laicas y de la izquierda
opuesta a ultranza al gobierno egipcio.
Una década después de la invasión para derrocar al presidente
Saddam Hussein, Iraq ha devenido uno de los países más violentos e
inseguros del mundo y escenario cotidiano de cruentos atentados por
pugnas confesionales, regionales, étnicas y políticas.
Parte de las tropas estadounidenses fueron retiradas del país
árabe en el 2012 tras perder casi cinco mil soldados y una cantidad
similar de asesores civiles, contratados para tareas de Inteligencia
a través de empresas propiedad de personeros del gobierno
estadounidense, entre ellos el exvicepresidente Dick Chenney.
La semana pasada el diplomático sueco Hans Blix declaró en
Austria su esperanza de que Washington no repita en Irán el error
que cometió con el ataque a Iraq.
Blix fue jefe de la comisión de inspectores de la OIEA con El
Baradei cuyas certificaciones facilitaron la invasión
estadounidense, acometida por el expresidente George W. Bush sin
autorización de la ONU.