Fieles a los vaticinios de sus entrenadores sobre la posibilidad
de aumentar posiciones y engranar sus ejecuciones en la medida en
que vayan compitiendo, los cubanos escoltaron a la dupla china de
Yue Lin-Aisen Chen (490.95) y los rusos Victor Minibaev-Artem
Chesakov (444.12), igualmente oro y plata en la parada inicial del
gigante asiático.
Copia fiel al carbón de lo acaecido en sus predios, los chinos se
adueñaron de los cuatro cetros sincronizados en disputa, pues a sus
plataformistas varones se sumaron sus hómologas Roulin Chen-Huixia
Liu (353.04), y los duetos de trampolín de Kai Qin-Chong He (480.33)
y Zi He-Han Wang (331.20).
Lo cierto es que los nuestros, esta vez un peldaño por encima de
Iván García-Adán Zúñiga (407.16) nuevamente tuvieron que hacer
sortilegios para cumplir su preparación, pues ante los habituales
problemas de climatización y recirculación del agua en el Complejo
de Piscinas Baraguá (actualmente se encuentra cerrado por el
deterioro extremo de sus estructuras y techo), tuvieron que
trasladarse hacia la EIDE de Matanzas, y sacarle el máximo de
provecho a las tres semanas de base de entrenamiento en Canadá.
Ahora Guerra y Aguirre, de continuar su ascenso en materia de
puntuaciones, debe-rían culminar con la plata en Edimburgo,
Inglaterra, entre el 19-21 de abril próximo, pero eso... aún está
por verse.