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Reordenamiento del transporte de carga
Ahora se rueda con eficiencia
RONALD SUÁREZ RIVAS
PINAR DEL RÍO.— En su largo historial como chofer, Martín
Hernández ha pasado por las más inexplicables vivencias.
“Antes
de esta experiencia, el descontrol era muy grande”, asegura Martín.
"Una vez, por ejemplo, tuve que ir a La Habana en mi rastra para
llevar dos cajas de velocidad y de allá me hicieron retornar con 50
parles, en un equipo al que por lo menos, le cabían 500".
Luego de más de tres décadas en el oficio, Martín asegura con
total conocimiento de causa que "el descontrol era muy grande".
"Lo mismo se mandaba un camión de seis toneladas a un municipio
con cuatro sacos encima, que nos tocaba ir vacíos hasta la capital
del país, para buscar alguna mercancía. Y no pasaba en un lugar
determinado. En todas partes sucedía lo mismo".
En
toda la provincia fueron reordenados 896 vehículos, la mayoría de
los cuales eran explotados de forma ineficiente.
Sin embargo, cuatro años después de haber dado pie al
reordenamiento del transporte de carga, choferes y directivos
coinciden en afirmar que historias como estas ya no suceden.
Entre ellos, el propio Martín, quien reconoce que gracias a esta
experiencia "el trabajo se organiza mejor, el tiempo se aprovecha
más. Vacíos, ya no podemos viajar".
Corregir el desorden
Jesús Valdés, director del Grupo Empresarial de Transporte,
cuenta que todo comenzó por esta misma provincia en el año 2007,
cuando se iniciaron los primeros estudios en varios municipios.
"Estos arrojaron que el aprovechamiento del recorrido —es decir,
los kilómetros que los vehículos caminaban con carga— estaba por
debajo del 30 %, y el de la capacidad estática era inferior al 40 %
en la inmensa mayoría de los casos".
Ante cifras tan alarmantes, luego de un análisis exhaustivo se
decidió crear bases de carga general en todos los municipios y
también bases especializadas para determinadas mercancías, y ubicar
en ellas cientos de medios (así como el combustible asignado para su
funcionamiento), pertenecientes hasta ese momento a diferentes
organismos que los habían estado explotando de forma ineficiente.
En total fueron reordenados 896 vehículos, provenientes de la
Agricultura, Vivienda, Comercio, Educación, Salud, Industrias
Locales, Construcción Civil... los cuales empezaron a operar bajo un
nuevo régimen de trabajo basado en la planificación.
"Los resultados salieron a la luz de inmediato. Al cierre del
2009, se habían ahorrado por esa vía 1 492 toneladas de
combustible", comenta Jesús.
De la anarquía a la
planificación
De esta manera se comenzaban a corregir viejas prácticas que
habían limitado el óptimo aprovechamiento de los equipos. "A veces
varios vehículos de un mismo municipio coincidían en la empresa
avícola en busca de una asignación para sus respectivos organismos.
Así se daba el caso de camiones de diez toneladas que eran mandados
a trasladar cuatro cartones de huevos, o un par de sacos de pan",
rememora el director de Transporte.
"A diferencia de esto, en la actualidad la demanda de cargas se
realiza teniendo en cuenta el plan de la economía. Por ejemplo, la
Vivienda reporta cuántas toneladas de cemento, bloques o áridos va a
transportar, la industria de materiales hace lo mismo, y así
sucesivamente, cada una de las entidades. A partir de esta
información se establece el balance de carga, en una y otra
dirección, a fin de que los vehículos no viajen vacíos.
"Cada municipio define sus prioridades, que en un caso puede ser
la construcción de una obra determinada y en otro la campaña de
tomate.
"Por otro lado, se crearon rutas para la distribución de ciertos
insumos, como los gases industriales, y de esa forma evitar lo que
sucedía antes, que desde todos los municipios se mandaban camiones
periódicamente a la capital provincial, a recoger un balón de
oxígeno o de acetileno".
Señales de eficiencia
Al cierre del 2012, la combinación de todas estas acciones
posibilitó de forma general que el 72 % de la distancia recorrida se
hiciera con carga, aprovechando la capacidad de los vehículos en un
82 %.
O sea, que mediante una mejor organización los cientos de
camiones basificados lograron trasladar en cada viaje más del doble
de lo que movían como promedio antes de surgir esta experiencia.
Según el director de Transporte, se trata de un resultado
conseguido sin afectar en modo alguno los servicios, pues "los
principales programas que se llevan a cabo en el territorio, desde
la venta de materiales de construcción o de insumos agrícolas, hasta
la distribución de la canasta básica, están sustentados sobre
nuestros carros".
Una opinión compartida
por los clientes
Francisco Díaz, director de la Empresa Mayorista Distribuidora de
Alimentos, una de las entidades cuyos vehículos fueron reordenados
hace cuatro años, considera que "de esta manera, las cosas funcionan
mejor.
"Anteriormente, si el camión que llevaba la canasta básica a una
zona de difícil acceso, como el Hoyo del Guamá, se rompía, nos
demorábamos una semana para repararlo. Ahora el servicio lo asumen
las bases de transporte, que tienen a su disposición los medios
necesarios para resolver cualquier contingencia".
El trabajo no es sencillo. "Todos los días hay que puntualizar
las demandadas, en busca de que los equipos salgan y retornen con
carga", explica René Plasencia, jefe del grupo comercial de
Transpinar, una de las bases creadas con los medios recogidos a
varias entidades, mientras da entrada a uno de sus camiones.
"Este mismo carro, por ejemplo, salió de aquí rumbo a Sandino con
bloques para la vivienda, de allí se movió con refrescos para La
Habana y regresó con diez toneladas de varillas de soldar", señala
René.
El itinerario ilustra con elocuencia el valor de la organización,
en una actividad que en otro momento —antes de que la eficiencia
echara a andar sobre las ruedas del transporte de carga— de seguro
habría demandado varios vehículos y cientos de litros adicionales de
combustible, para mover los mismos productos. |