WASHINGTON.—
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insistió en que Irán
debe cerrar un pacto sobre su programa nuclear, sobre el cual
Teherán rechaza acusaciones de Washington acerca de los supuestos
propósitos militares del proyecto.
"Ahora es el momento de que el Gobierno iraní dé pasos inmediatos
y significativos para reducir las tensiones y trabajar hacia un
acuerdo duradero y a largo plazo sobre el asunto nuclear", dijo el
dignatario en un mensaje con motivo del año nuevo persa, Nowruz.
Estados Unidos e Israel -junto a las potencias europeas- han
aprobado varios paquetes de sanciones contra Irán bajo el argumento
de que pretende fabricar una bomba atómica, desmentido por las
autoridades de esa nación y analistas estadounidenses en varias
ocasiones.
En los últimos años, los dos aliados también se unieron en la
creación y puesta en marcha de virus nocivos usados en operaciones
de sabotaje y espionaje informático con el propósito de infectar las
redes digitales de ese país y presionarlo para que detenga el
desarrollo de la energía nuclear.
El tema iraní forma parte de la agenda que Obama discutirá
durante su primer viaje a Israel a partir de mañana.
Otra de las prioridades también será la crisis de Siria, donde
rebeldes armados se enfrentan a las fuerzas del Gobierno para
intentar derrocar el gobierno del presidente Bashar al- Assad.
Washington y Tel Aviv entregan ayuda financiera, armas y
municiones a los grupos opositores de ese país levantino.
Muchos expertos denuncian que ambos aliados distorsionan la
realidad de Siria e Irán con el objetivo de desestabilizar a sus
gobiernos, influenciar en la opinión pública y propiciar una
intervención armada que dejará suntuosas ganancias por las ventas de
equipos bélicos.
Según cifras oficiales, la exportación de armas estadounidenses
en 2011 se triplicó y llegó a un récord de 66 mil 300 millones de
dólares. Más de la mitad de esa cifra provino de Arabia Saudita,
Emiratos Árabes Unidos y Omán.