Un
equipo que no conoce la derrota y otro cuyo avance tuvo como base el
vencer dos veces a una potencia. Una deuda por saldar desde hace
cuatro años. República Dominicana saldrá hoy a la grama del estadio
AT&T, de la ciudad de San Francisco, California, con la mente puesta
en doblegar a Holanda, el rival que los sacó del Segundo Clásico.
No es esa, sin embargo, la filosofía de los dominicanos. Más que
saldar una deuda, o sacarse una espina, ellos están concentrados en
llegar bien lejos. Ronbinson Canó, el estelar camarero y líder
indiscutible de su equipo dijo que "el pasado, pasado está. Nuestra
meta es discutir la final y en eso estamos concentrados".
Similar pensamiento es el del experimentado mentor Tony Peña,
quien declaró en una entrevista que ellos no habían venido solamente
a saldar la deuda con los holandeses: "eso sucedió hace cuatro años
y nada puede cambiarlo. De lo que se trata ahora es de salir al
terreno a volver a ganar para aspirar a llevarnos la corona de este
Clásico, esa es nuestra máxima aspiración".
Ciertamente, Dominicana ha sido el mejor conjunto de la
contienda, invicto en seis salidas al diamante, segundo en bateo
(291) con siete cuadrangulares, excelente defensa y pitcheo, segundo
con 2,17, en el cual sobresalen el zurdo Wandy Rodríguez y el
derecho Samuel Deduno, así como el cerrador Fernando Rodney.
Holanda no será un manjar para los quisqueyanos. Su mentor,
Hensley Meulens, respeta a sus rivales pero "nunca olviden que
derrotamos al subcampeón del Clásico y titular olímpico, Sudcorea, y
más adelante, en el partido de vida o muerte, superamos a Cuba. Este
equipo sale siempre con el espíritu de victoria".
Meulens añadió un elemento a su nómina, Jurickson Profar, un
pelotero de los Rangers de Texas considerado el prospecto número uno
de las Grandes Ligas, en sustitución del lesionado Yurendell de
Caster. Pudiera aumentar la ofensiva que tiene a cuatro de sus
integrantes sobre 300, liderados por Curt Smith, 375, y que en dos
partidos de preparación frente a los Marineros de Seattle y los
Padres de San Diego marcaron 17 carreras.