Yo viví en ese país algunos años y conocí muy bien lo que era. La
llaman la "Venezuela Saudita" por el petróleo. Tenían dos millones
de niños que no podían ir a las escuelas porque no tenían
documentos.
Ahí llegó un gobierno, ese gobierno diabólico, demoníaco, que
hace cosas elementales, como decir: "Los niños deben ser aceptados
en las escuelas con o sin documentos".
Y ahí se cayó el mundo: eso es una prueba de que Chávez es un
malvado malvadísimo. Ya que tiene esa riqueza, y gracias a que por
la guerra de Iraq el petróleo se cotiza muy alto, él quiere
aprovechar eso con fines solidarios. Quiere ayudar a los países
sudamericanos, principalmente a Cuba.
Cuba manda médicos, él paga con petróleo. Pero esos médicos
también fueron fuente de escándalos. Están diciendo que los médicos
venezolanos estaban furiosos por la presencia de esos intrusos
trabajando en esos barrios pobres. En la época en que yo vivía allá
como corresponsal de Prensa Latina, nunca vi un médico. Ahora sí hay
médicos.
La presencia de los médicos cubanos es otra evidencia de que
Chávez está en la Tierra de visita, porque pertenece al infierno.
Entonces, cuando se leen las noticias, se debe traducir todo. El
demonismo tiene ese origen, para justificar la máquina diabólica de
la muerte.
Este trabajo fue escrito a finales del año 2012.