Los
camioneros de Colombia levantaron el martes una huelga de tres días
que amenazaba con afectar el comercio y agravar la escasez de
alimentos y combustibles en las ciudades, después de que el Gobierno
anuló una reciente alza en el precio del diesel y se comprometió a
mantenerlo congelado por tres meses.
La medida de fuerza realizada por unos 340.000 transportistas
había comenzado el sábado y coincidió con una protesta de los
cultivadores de café que mantienen bloqueadas varias carreteras del
país.
"Hemos revisado el reciente aumento en los precios del ACPM
(diesel), quedamos en los precios que regían en febrero pasado, en
los próximos tres meses no va haber aumentos", dijo el ministro de
Minas y Energía, Federico Rengifo.
El Gobierno anuló un alza de 159 pesos en el precio del galón del
diesel que comenzó a regir en marzo y en consecuencia quedará en
8.313,70 pesos (4,58 dólares) sin incrementos en los próximos tres
meses.
El acuerdo con los camioneros que permitió levantar la huelga
también contempla la reparación de carreteras deterioradas, la
revisión de los precios de los peajes, pólizas y el proceso de
reposición de vehículos de carga viejos.
En principio los camioneros exigían una reducción de 2.000 pesos
(1,10 dólares) en el precio del galón del diesel, pero durante la
negociación bajaron su demanda.
Una buena parte de las importaciones y exportaciones de Colombia
se mueven por carreteras y camiones, por lo que una parálisis
prolongada podría afectar el comercio internacional ante la
imposibilidad de movilizar mercancías entre los puertos y las
principales ciudades del país.
Sin embargo, la protesta no afectó las exportaciones de carbón y
de petróleo de Colombia, debido a que la mayoría de envíos se hacen
a través de ferrocarriles de las empresas productoras y de
oleoductos.
Después del acuerdo con los camioneros, el Gobierno se
concentrará en buscar una solución a la protesta de más de una
semana de los cafeteros que rechazaron una oferta de aumentar el
subsidio que paga a los cultivadores con el argumento de que no
cubre los costos de producción.
El sector ha sido golpeado por la apreciación de la moneda, los
bajos precios internacionales y una reducción de la cosecha.
Decenas de vehículos de carga han sido incendiados en el marco de
una protesta que también produjo enfrentamientos entre manifestantes
y policías.
Los bloqueos de los cultivadores de café han generado una escasez
de alimentos en varias ciudades del país de 46 millones de
habitantes, pese a los llamados del Gobierno para que permitan la
libre movilización.