Grupos
ecologistas británicos recibieron hoy con buenos ojos la propuesta
de Londres de prohibir la circulación de vehículos contaminantes a
partir de 2020, pero lamentaron que el proyecto se haya planteado "a
largo plazo".
El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, anunció ayer
que en un plazo de siete años quiere que las calles del centro de la
capital británica se conviertan en un área de "ultra bajas
emisiones".
"El año 2020 está todavía demasiado lejano. Londres tiene que
tomar medidas urgentes y decididas para reducir los niveles de
tráfico", opinó hoy el activista de la organización británica "Friends
of the Earth" Jenny Bates.
La representante del Partido Verde en el consejo municipal de
Londres Jenny Jones, por su parte, afirmó que la propuesta del
Consistorio de permitir que únicamente los vehículos híbridos y
eléctricos circulen por el centro de la capital británica es una
"noticia excelente".
Aún así, Jones subrayó que el proyecto es a "tan largo plazo" que
"deberá hacerlo realidad el próximo alcalde", por lo que consideró
que Boris Johnson está "evitando la responsabilidad de afrontar los
problemas que tiene la ciudad ahora mismo".
Londres ya aplica actualmente una tasa de 10 libras al día (11,6
euros) por utilizar cualquier vehículo, de 7.30 a 19.00 horas y de
lunes a viernes, en la llamada "zona de congestión", que abarca gran
parte del centro de la ciudad.
Ahora, el Consistorio de la ciudad prepara un plan para convertir
esa zona ya acotada, por la que circulan más de 150.000 vehículos al
día, en un área sin contaminación.
Como parte de ese proyecto, el alcalde anunció que Londres
incorporará 600 nuevos autobuses híbridos, que combinan un motor de
gasolina con uno eléctrico, a la flota de 600 de esos vehículos que
ya está en proceso de fabricación y a los 330 que circulan ya por
las calles de la ciudad.
El Ayuntamiento ha comunicado además su intención de que todos
los taxis de la ciudad sean vehículos eléctricos en 2020.
El presupuesto para ese plan de transporte será de 20 millones de
libras (23,2 millones de euros) durante la próxima década, si bien
el Consistorio solo ha reservado 2 millones de libras (2,32 millones
de euros) como inversión inmediata.
"Mi visión es una ciudad en la que prácticamente todos los
vehículos que circulen en horario laboral sean de bajas emisiones.
Esto supondrá un beneficio increíble en cuanto a la calidad del
aire", afirmó Johnson.