Bajo esa convicción, el director escénico alemán Andreas Baesler
estrenará mañana viernes 15 de febrero, a las 8:30 p.m. en el Centro
Cultural Bertolt Brecht, la ópera El cimarrón (1970), de su
compatriota Hans Werner Henze (1926-2012), basada en la novela
testimonio Biografía de un cimarrón, de Miguel Barnet.
Concebida originalmente como recital para voz, guitarra, flautas
y percusión —así se escuchó por una vez en Cuba una década atrás en
el teatro Amadeo Roldán—, Baesler ha asumido la partitura con una
visión espectacular —"una ópera con todos los elementos del género",
declaró a Granma—, en la que intervienen dos cantantes
(Marcos Lima y Yunier Gainza), el guitarrista Eduardo Martín; la
flautista Zorimé Vega, el percusionista Luis Antonio Barrera, el
actor Jorge Ryan, el bailarín solista Carlos Luis Blanco y tres
parejas de la compañía Danza Contemporánea de Cuba.
Colaboran con Baesler el maestro Guido López Gavilán en la
dirección musical, el coreógrafo Isidro Rolando y el diseñador suizo
Kaspar Zwinpfer. Y están los apoyos del Consejo Nacional de las
Artes Escénicas, la UNEAC, el Teatro Lírico Nacional, Ars Longa y el
Instituto Goethe de Cultura Alemana.
"Me ha llevado entre cuatro y cinco años poder materializar este
proyecto —explicó Baesler—, que tomó mayor fuerza luego de que
conocí a Cuba, donde ya trabajé con el Teatro Lírico Nacional en una
puesta de La flauta mágica, de Mozart. Aprendí a admirar la
creatividad de este pueblo, su espíritu de innovación y resistencia.
He tenido la oportunidad de conversar con Miguel Barnet, quien me ha
contado muchas cosas interesantes, desde cómo recogió el testimonio
de Esteban Montejo hasta su trato con Henze".
"Aquí he entendido mucho mejor por qué Henze vino a Cuba y al
encontrar esa maravillosa novela de Barnet decidió componer El
cimarrón —añadió—. A Henze no le gustó el curso de los
acontecimientos en Alemania occidental luego de la Segunda Guerra
Mundial, por eso se fue a vivir a Italia. Vino a Cuba en busca de
las vivencias de una sociedad revolucionaria. Conversó con mucha
gente, fue a los cortes de caña. Y encontró en Biografía de un
cimarrón una historia digna de ser recreada a través de la
música".
"Pienso —concluyó Baesler— que El cimarrón mantiene una
vigencia intacta. La historia de Esteban Montejo es una metáfora
sobre la rebeldía y la libertad válida para los tiempos actuales. La
partitura de Henze, aunque parezca compleja y tenga elementos
aleatorios, está escrita para llegar al corazón de todas las
personas".
Además de Barnet, otro ilustre cubano se halla indisolublemente
vinculado a la saga de El cimarrón. En el estreno mundial de
la obra, que se produjo en 1970 en los festivales de Berlín y
Aldeburgh (Gran Bretaña) intervino el maestro Leo Brouwer en la
interpretación de la guitarra, junto al barítono norteamericano
William Pearson, el flautista alemán Karlheinz Zoeller y el
percusionista japonés Satomu Yamashita.