CIUDAD DE MÉXICO, 12 de febrero.— Aunque ha disminuido el flujo
migratorio de México hacia Estados Unidos, los niveles de violencia
empleados por los agentes de la Patrulla Fronteriza, encargada de
ubicar y devolver a los indocumentados, se ha incrementado, informa
el periódico mexicano La Jornada.
Mariè-Laure Coubes, responsable de la Encuesta de Migración en la
Frontera Norte y Sur de México, de El Colegio de la Frontera Norte,
explica que aunque hay un registro desde la década del noventa, a
partir del 2005 cambiaron los cuestionarios y se aplica una
entrevista a los mexicanos capturados y devueltos en la frontera,
una vez que han sido entregados y pasado al registro del Instituto
Nacional de Migración.
Los agravios van desde violencia verbal —gritos o insultos—
agresión física, como empujones o golpes, decomiso de pertenencias u
otros. Hemos visto en estos años un aumento. En el 2005, el 12 % de
los devueltos informó sobre algún tipo de agresión, y ya en el 2011
era de 21,6 %.
La actitud antimigrante llegó a niveles como el asesinato de un
mexicano a golpes en la garita de San Ysidro.