Natasha Harris, madre de ocho hijos, bebía al menos 10 litros
diarios de esa gaseosa lo que supera dos veces la dosis máxima de
cafeína admisible. Por esta misma razón, según los especialistas,
poco antes de su muerte la neozelandesa se quedó completamente sin
dientes.
El forense David Crerar, encargado de los análisis, recomienda a
la compañía considerar la inclusión de asesoramiento para revisar la
cantidad de cafeína en sus productos.
Por su parte, la empresa fabricante de bebidas rechaza las
conclusiones de los patólogos. Según los productores, demostrar que
la muerte de Harris fue por culpa de la Coca-Cola es imposible.
"Estamos decepcionados" (del resultado), indicó la multinacional en
un comunicado.
El compañero de la mujer, Christopher Hodgkinson, dijo que la
salud de su pareja se había deteriorado gravemente en los meses
previos a su muerte y que ella tenía mal humor y dolores de cabeza
si no tomaba su bebida favorita.
La semana pasada se hizo pública una noticia en la que se
informaba que un ciudadano australiano perdió todos sus dientes por
la adicción a las gaseosas y debe llevar una dentadura postiza
completa, aunque solo tiene 25 años.