Cazadores
furtivos han matado a más de 11 mil elefantes en el Parque Nacional
Minkebe de Gabón desde 2004, una masacre avivada por la creciente
demanda de marfil en Asia.
El boscoso país del centro de África alberga en torno a la mitad
de los aproximadamente 100 mil elefantes de bosque que quedan en el
mundo, la especie más pequeña de elefante y perseguida por los
tratantes de marfil por sus colmillos más duros y rectos.
Un estudio realizado por el Gobierno de Gabón junto con grupos
ecologistas como el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF, por sus
siglas en inglés) y la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje
descubrió que dos tercios de los elefantes de bosque del Parque
Minkebe -unos 11 mil 100 ejemplares- habían sido masacrados desde
2004.
La demanda de marfil para su uso en joyería o artículos
decorativos está creciendo rápidamente en Asia. Los ecologistas
dicen que la creciente influencia e inversión china en África ha
abierto más camino al tráfico ilegal de colmillos de elefante.
Según el comunicado publicado por la presidencia de Gabón, los
cazadores furtivos suelen estar armados con rifles de gran calibre y
sierras eléctricas para llevarse los colmillos. Tienen campamentos
secretos en el bosque, evitando a los pequeños destacamentos de
guardas forestales y dejando cadáveres de elefantes pudriéndose a su
paso.
Un empleado de los parques dijo que se cree que la mayoría de los
cazadores furtivos proceden de Camerún, donde el Gobierno ha
desplegado helicópteros del Ejército y cientos de tropas para
proteger su propia y menguante población de elefantes.