A ello se refirió ayer Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de
la Asamblea Nacional del Poder Popular, al presentar en La Habana
ante los delegados a la III Conferencia Internacional por el
Equilibrio del Mundo la edición cubana del libro Los últimos
soldados de la Guerra fría, del escritor brasileño Fernando
Morais, en acto al que asistió su compatriota, el expresidente Luiz
Inácio Lula da Silva, invitado especial al foro que conmemora el
aniversario 160 del natalicio de José Martí.
Alarcón informó que la semana pasada el pleno de la Corte de
Apelaciones de California demandó al gobierno de EE.UU. que muestre
los registros de las imágenes satelitales captadas sobre el Estrecho
de la Florida el 24 de febrero de 1996.
Las autoridades federales negaron anteriormente la petición
formulada por la defensa de los Cinco, porque, como dijo Alarcón,
constituyen pruebas irrefutables de que las naves aéreas abatidas
ese día sobrevolaban el espacio territorial cubano y, por tanto, se
vendría abajo la insostenible acusación de conspiración para
asesinato contra Gerardo Hernández.
También Washington se ha resistido a entregar la nómina del pago
a los periodistas que contribuyeron a lo que jueces de la Corte de
Apelación de Atlanta en su momento calificaron como "una tormenta
perfecta de prejuicio y hostilidad".
El presidente del Parlamento señaló una paradoja en el hecho de
que mientras las corporaciones mediáticas hayan silenciado
mayoritariamente la injusticia contra los Cinco, en el sur de la
Florida, antes y durante el juicio, empleados federales investidos
como periodistas y muchos de ellos vinculados a organizaciones
terroristas anticubanas hayan manipulado a la opinión pública y
ejercido presión sobre el jurado.
Alarcón calificó la obra de Morais como una enorme contribución a
la causa por la liberación de los Cinco y comentó que este sería un
libro que Martí habría leído con amoroso interés al reencontrarse en
sus páginas en cinco jóvenes que supieron, como él, vivir dentro del
monstruo y preservar intacta la dignidad y el amor a la Patria
lejana.
Por su parte, Morais expresó la seguridad de que más temprano que
tarde se reuniría en La Habana con Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando
y René, para celebrar el triunfo de la verdad y la justicia.
Durante la velada, Frei Betto y el periodista cubano radicado en
EE.UU., Max Lesnick expresaron también su admiración por el coraje y
la honestidad de los Cinco y valoraron la entrega literaria de
Morais.