No merece escribir para los hombres quien no los ama

Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu

foto: Juvenal balán"No hay monarca como un periodista honrado". "No merece escribir para los hombres quien no los ama". Esas y otras sentencias martianas sobre el ejercicio del periodismo fueron evocadas por el intelectual hispanofrancés Ignacio Ramonet como pilares de la responsabilidad social y ética que debe prevalecer en los actuales medios de comunicación y en la actuación de los jóvenes que se expresan en estos.

Ramonet intervino este martes en la III Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, en La Habana para abordar la dimensión ética del periodismo desde los tiempos de Martí hasta la irrupción de las redes sociales digitales.

El autor de Cien horas con Fidel puso como ejemplo de una flagrante falta de ética la reciente publicación en el diario español El País de una foto falsa del presidente venezolano Hugo Chávez, cuyos valores representan la antítesis de los postulados martianos sobre el periodismo.

Significó que la manipulación del medio madrileño obedece a la pauta de una publicación que se vende como objetiva y progresista y sin embargo desinforma y difama al proceso bolivariano, como lo ha hecho contra la Revolución cubana y lo hace contra la Revolución Ciudadana de Ecuador y los gobiernos de Bolivia y Argentina.

No solo El País, sino buena parte de las publicaciones de las corporaciones mediáticas occidentales intoxica a los lectores contra las ideas y medidas progresistas, enfatizó el escritor.

Ramonet explicó cómo en el transcurso de las actuales transformaciones sociales latinoamericanas los medios de la oligarquía han servido de punta de lanza a la reacción y estimulan los retrocesos históricos, tal como se ha visto en Honduras y Paraguay.

Sin embargo, llamó la atención sobre el cambio que se está operando en los procesos de información, a partir del presumible fin de la Era Gutenberg y el comienzo de la Era Digital.

Las mayores comunidades, apuntó, no se hallan en determinados países o regiones, sino en redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube. Observó el crecimiento exponencial de la blogosfera y especuló sobre cómo Martí, que ejerció con pasión el periodismo desde que fundó a los 16 años de edad El Diablo Cojuelo, se habría relacionado con las posibilidades de comunicación de las nuevas tecnologías.

En todo caso, Martí hubiera sido fiel a su visión de la ética, al fundamento que defendió al decir que "un periódico sin generosidad es un azote", a su condición de periodista y revolucionario.

 

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