ROMA.—
La guardia de finanzas italiana anunció el decomiso durante 2012 de
tres mil 800 millones de euros a unas siete mil 500 personas
vinculadas con el crimen organizado en el país.
En un comunicado difundido este miércoles, las autoridades
tributarias informaron además que el año pasado fueron confiscadas
30 toneladas de droga y 294 toneladas de cigarrillos de contrabando.
El combate a la economía criminal y a los patrimonios ilícitos es
una de las prioridades de la guardia de finanzas para tutelar la
legalidad económica-financiera como condición esencial para el
crecimiento y el desarrollo del país, dijo el comandante general de
la entidad, Saverio Capolupo.
Indicó que del total incautado, mil 700 millones de euros fueron
decomisados en cumplimiento de las medidas de prevención patrimonial
contempladas en el nuevo código antimafia.
De acuerdo con Capolupo, dos mil 200 millones correspondieron a
empresas, mil 200 millones a bienes inmuebles, 350 millones a dinero
en efectivo, títulos y cuotas societarias y 38 millones a otros
bienes muebles.
Las operaciones permitieron sustraer a la Camorra, la mafia
napolitana, bienes valorados en mil 300 millones de euros, mientras
las confiscaciones a la Ndrangheta, la criminalidad organizada
calabresa, ascendieron a 846 millones de euros.
Asimismo, la Sacra Corona Unita, la mafia de la región de Puglia,
tuvo decomisos por 139 millones de euros, al tiempo que otros 301
millones fueron confiscados a otras organizaciones criminales,
incluso extranjeras.
Según Capolupo, el monto de lo decomisado fue superior en un 26
por ciento a los tres mil millones de euros de 2011, lo que,
consideró, demuestra los resultados de una estrategia de
investigación capaz de penetrar las distintas manifestaciones
ilegales en el país.
Este miércoles un operativo contra la Ndrangheta concluyó con el
arresto de dos personas y la intervención de bienes, incluidos
restaurantes y centros nocturnos, por 20 millones de euros.
La guardia de finanzas precisó que la operación fue realizada por
agentes de la Dirección Antimafia romana, en colaboración con la de
la sureña ciudad de Reggio-Calabria, la capital calabresa.
En los últimos años operaciones similares en el centro de la
capital italiana han permitido descubrir que la mafia calabresa se
ha ido adueñando de negocios, restaurantes y centros nocturnos.