BRASILIA, 29 de enero.— La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,
instó a las autoridades del país sudamericano a garantizar que "no
se repita jamás" la tragedia ocurrida en la discoteca Kiss de Santa
María, en Rio Grande do Sul, donde murieron 235 personas y más de
cien resultaron heridas a causa de un incendio.
"Nosotros, como Poder Ejecutivo, tenemos el deber de garantizar
que no se repita jamás. Nuestro trabajo es cuidar de la gente,
ocuparnos de que tengan oportunidades para mejorar su vida", dijo
Rousseff, en un acto con alcaldes y consejeros de las capitales
estatales. La mandataria también reveló que está "sobrecogida por el
dolor", informó Europa Press.
"Ha sido una tragedia, porque eran jóvenes, tenían sueños,
podrían ser nuestros futuros políticos o lo que quisieran", señaló,
según declaraciones recogidas por el diario O Globo.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia brasileña,
Gilberto Carvalho, afirmó hoy que el trágico suceso en Santa María
demostró la necesidad de contar regulaciones y normas de seguridad
estrictas en los espacios públicos.
La tragedia del domingo pasado obliga a representantes
municipales a elevar su papel de fiscalizador, de aumentar el
control en la certificación de establecimientos y comercios con
miras a garantizar la seguridad de las personas, destacó Cavalho.
El funcionario recordó que el Congreso federal trabaja en la
aprobación de una legislación sobre las medidas de seguridad y la
calidad del aire en los espacios públicos cerrados, con el propósito
de elevar la seguridad de los brasileños.