Siria
tiene un papel muy básico y fundamental en la región por promover
políticas firmes de resistencia, afirmó Ali Akbar Velayati, asesor
de política exterior del Líder Supremo de la Revolución Islámica de
Irán, destacan hoy medios informativos rusos.
Por esta razón un ataque contra Siria sería considerado como una
agresión contra Irán y sus aliados, sostuvo el funcionario de alta
jerarquía estatal, citado por la televisora Russia Today.
Teherán es aliado clave de Damasco, que le brindó apoyo durante
la guerra contra Irak entre 1980 y 1988, y desde entonces las dos
naciones mantienen la asociación, sostiene el canal internacional
ruso.
El sitio del canal satelital resalta, asimismo, declaraciones del
viceministro ruso de Asuntos Exteriores Guennadi Gatilov, quien
insiste en que la comunidad internacional debe darle a Irán la
oportunidad de aportar a la resolución del conflicto armado sirio.
Consideramos inaceptable ignorar el potencial de Teherán, que
puede y debe desempeñar un papel positivo para poner fin a la
violencia desatada desde marzo de 2011, subrayó Gatilov al referirse
al diferendo, en el cual ya perecieron 60 mil personas, según la
ONU.
Gatilov calificó a Irán de elemento importante en la arquitectura
de la seguridad regional, a pesar de las sanciones internacionales
impuestas para frenar su programa nuclear, cuyo carácter pacífico
ratifican las autoridades de ese país.
El respaldo de gobiernos occidentales y de otros de la región a
los grupos armados que tratan de derrocar al presidente Bashar el
Assad ha frustrado las gestiones de los mediadores internacionales
(entre ellos Rusia, China y la ONU) para lograr un cese del fuego e
iniciar negociaciones.
Recientemente, el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo en una
conferencia de prensa que Irán es una parte de la región del Medio
Oriente, y uno de sus países principales, sin el cual sería casi
imposible diseñar una solución de muchos de los problemas en el
área. Recuerdo, evocó Lavrov, que en el período de la presencia de
Estados Unidos en Afganistán, cuando surgieron problemas con la
seguridad de las tropas norteamericanas, Washington, sin pensarlo,
entró en contacto directo con los iraníes.
Apuntó que fueron contactos aislados, pero insistió en que no hay
dudas de que con Irán se puede y debe conversarse. De otro lado,
Lavrov consideró un error que los estadounidenses se hayan negado a
invitar a Irán a un encuentro con Siria.
Irán apoyó el acuerdo de Ginebra, de junio de 2012, aunque se
firmó sin su presencia. Propusimos ampliar el grupo de los reunidos
en esa ciudad con Irán y Arabia Saudita, pero la posición anti iraní
lo impidió, concluyó enfático el jefe de la diplomacia rusa.