Alfonso Nacianceno
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La anfitriona España puja por reeditar medallas en el Mundial de Balonmano; Eslovenia pisó fuerte para dejar atrás a Rusia y Francia quedó fuera del podio en un campeonato donde la honestidad de su capitán, Nikola Karabatic, volvió a temblar ayer.

El pívot español Julen Aguinagalde, punta de lanza contra los alemanes.

Los ibéricos, que atesoran como mejores actuaciones en estos clásicos su oro del 2005 y el bronce del 2011, despacharon 28-24 al cuadro alemán, con su pívot Julen Aguinagalde vestido de villano, pues le clavó siete goles a los teutones en cuartos de final.

Los extremos Valero Rivera y Víctor Tomás, junto al centro Daniel Sarmiento también han aportado al condimento ofensivo del elenco, que avanza a semifinales con un solo revés, 25-27 a manos de Croacia, en la etapa preliminar de Madrid.

Un punto, 28-27, les devolvió el resuello a los eslovenos tras aventajar a los rusos. Los triunfadores, que pueblan una nación independiente desde el 25 de junio de 1991, no atesoran medallas en ninguna de las diez ediciones del Mundial efectuadas entre 1993 y el 2011. Quizá esta sea su oportunidad de ascender al podio de premiaciones, aunque tendrán a España como oponente, mañana en semifinales.

Y ayer los jueces en Francia accedieron a que el capitán galo Nikola Karabatic concluya el Mundial, aun cuando aparecieron nuevos elementos sobre su participación en apuestas ilegales que lo pondrán ante la justicia el próximo martes. Ya admitió no haber jugado bien en el Campeonato Europeo y ahora en España tampoco ha sido nada del otro mundo, este miércoles anotó un solo punto en el partido que su elenco perdió frente a Croacia 23-30. Así, los actuales campeones olímpicos y mundiales, quedan sin preseas.