Cualquier
confeso del metal que haya sentido en carne propia la energía y las
intensas atmósferas de los festivales nacionales de rock, sabrá que
los conciertos de Combat Noise son uno de los platos fuertes del
menú rítmico que diseñan los organizadores. La demoledora proyección
escénica, la calidad de su propuesta sonora y la entrega total de
sus músicos son solo algunos de los atributos que han hecho de esta
tropa un referente fundamental de la escena del underground
patrio.
Juan Carlos Torrente, el líder y vocalista de la banda, se ha
impuesto como una actitud vital llevar adelante la poderosa
maquinaria de Combat Noise. "Desde que Jorge Luis ‘el Colo’ Reyes
(guitarra) y yo escuchábamos Death Metal en los años 90, sentimos la
necesidad de comunicarnos mediante ese estilo. Esa era la música que
nos inflamaba la sangre y todavía hoy nos pasa", señala el músico,
quien además comparte la formación con Randy de Armas (bajo), Jorge
"El Indio" García (guitarra) y Alejandro "El Rubio" Padrón
(batería).
La banda nunca ha creído en medias tintas. Lo suyo ha sido
entrarle de frente al metal más duro y crudo. De ahí que su
sonoridad explora las oscuras zonas del War Death Metal y el Grind.
Diecisiete años han convivido en los sótanos de la escena musical
cubana. En ese tiempo, su nombre ha aparecido en acreditadas
publicaciones como Metal Hammer, Heavy Rock y Rock Hard, y se las
han agenciado para traer a la luz discos como After the war...
the wrath continues (2004), Frontline Offensive Force
(2008), y Anthems of carnage (2012). Este último será
publicado en la Isla por el sello francés Brutal Beatdown Recs e
internacionalmente por las disqueras Old Cemetery Recs, Butchered
Recs y Sevared Recs.
La alineación, integrante de la Asociación Hermanos Saíz y de la
Sociedad General de Autores y Editores, toma como fuente creativa,
sobre todo, los desgarramientos que se desprenden de los conflictos
bélicos. "Esencialmente abordamos los temas bélicos, los horrores y
la destrucción provocados por estos conflictos. También nos hemos
inspirado en películas de Oliver Stone, en libros de Ernest
Hemingway y de William Gálvez y en noticias e imágenes de guerras
como las de Iraq y Afganistán. Creemos que denunciar esos hechos es
una forma de combatirlos", asegura el vocalista.
Cada actuación de Combat Noise es una clase magistral de cómo
hacer metal sin concesiones. "Nosotros grabamos, distribuimos y
promocionamos nuestros discos en Cuba con esfuerzo propio, porque
las condiciones que ofrecen las disqueras cubanas a los grupos de
rock y metal no garantizan la distribución nacional. Por eso pienso
que es necesario fundar un sello discográfico, pequeño, que gestione
la edición de producciones nacionales de rock en dependencia de su
calidad y demanda, de la misma forma que los raperos tienen la
disquera Asere Producciones. Las bandas metaleras vendemos muy bien
nuestros demos en los conciertos que se llenan a tope. Entonces,
¿por qué no buscar el mecanismo para crear un nuevo sello que
garantice que el público pueda adquirir nuestras grabaciones en las
tiendas de la red nacional?", comenta el músico. Y agrega: "Los
grupos de nuestra escena no hacemos música por dinero, fama o por
tocar en el extranjero. Una banda de metal debe tener un alto nivel
de sacrificio y ser persistente. Esa es la clave para mantenerse y
ganarse al público", afirma.
Ciertamente se ha avanzado en la divulgación del rock en los
medios nacionales. Sin embargo, Juan Carlos arroja a la mesa otros
puntos de vista sobre este polémico tema. "En la TV hay espacios
dedicados solo al rock de los 70. La juventud metalera quiere ver
también a sus grupos favoritos, y eso es fácilmente comprensible, ya
que las bandas contemporáneas representan la actitud de las
generaciones actuales".